miércoles, 9 de julio de 2025

LLEGADA

 


LLEGADA

 

¡Aquí estamos!

La palabra nos viene húmeda de los bosques

y un sol enérgico nos amanece entre las venas.

El puño es fuerte

y tiene el remo.

 

En el ojo profundo duermen palmeras exorbitantes.

El grito se nos sale como una gota de oro virgen.

Nuestro pie,

duro y ancho,

aplasta el polvo en los caminos abandonados

y estrechos para nuestras filas.

Sabemos dónde nacen las aguas,

y las amamos porque empujaron nuestras canoas bajo

          los cielos rojos.

Nuestro canto

es como un músculo bajo la piel del alma,

nuestro sencillo canto.

 

Traemos el humo en la mañana,

y el fuego sobre la noche,

y el cuchillo, como un duro pedazo de luna,

apto para las pieles bárbaras;

traemos los caimanes en el fango,

y el arco que dispara nuestras ansias,

y el cinturón del trópico,

y el espíritu limpio.

Traemos

nuestro rasgo al perfil definitivo de América.

 

¡Eh, compañeros, aquí estamos!

La ciudad nos espera con sus palacios, tenues

como panales de abejas silvestres;

sus calles están secas como los ríos cuando no llueve en la montaña,

y sus casas nos miran con los ojos pávidos

          de las ventanas.

Los hombres antiguos nos darán leche y miel y nos coronarán de hojas verdes.

 

¡Eh, compañeros, aquí estamos!

Bajo el sol

nuestra piel sudorosa reflejará los rostros húmedos 

              de los vencidos,

y en la noche, mientras los astros ardan en la punta

              de nuestras llamas,

nuestra risa madrugará sobre los ríos y los pájaros.

 

Nicolás Guillén

10 de julio de 1902

Camagüey – Cuba

 

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