miércoles, 29 de mayo de 2019

RECITAL DE POESÍA


Os invitamos al Recital de Poesía que los integrantes del Taller de Poesía  Grupo Cero de Alcalá de Henares, realizarán el domingo 16 a las 19:30 en la Cafetería-Restaurante Ágora de Alcalá de Henares. Nos acompaña la guitarra de Currinos Flamenco, habrá alguna sorpresa y micrófono abierto al público asistente.
Os esperamos.

miércoles, 15 de mayo de 2019

EL LEÓN ETERNO - Gloria Gómez


Poema leído en el evento realizado en Azuqueca de Henares el 5 de mayo, para recaudar fondos para la investigación y lucha contra el cáncer infantil. 


EL LEÓN ETERNO
A María José Pellón Hazas

Al sonar el primer llanto
traía el futuro envuelto en el aroma
de una nueva inquietud,
crecía con la brisa del mar meciendo las noches,
y el mundo en la esfera a golpes de talón en la hierba
al resueno de una fábula completando el destino.

Una daga cruel atravesaba el umbral
derramando la lágrima entre sábanas blancas,
una lágrima espesa, lenta en el recorrido de la tez
observando cómo el futuro se le iba.

A pesar de todo,
la sonrisa eterna alumbraba los ojos de la entraña,
pidiendo el recuerdo perdurable
en otros secuaces del camino.
Su voz sonaba como una vieja canción
confabulando masas en busca de la ciencia
a favor de salvar futuros anegados en la sombra.
La expresión de su mirada clamando el verso
perdura en el recorrido por las venas del alma máter,
sin llegar a envejecer.

Mujer que traspasas la elegancia de un adiós
atragantado en las palabras
que ocultas ante la inevitable despedida,
mujer que sientes el dolor más hondo en tu entraña
tras haber compartido el contacto con su piel,
ante la desdicha alzas la mirada al infinito
encontrando allí al león eterno
extendiendo la mano queriendo abrazar
la mirada, la sonrisa inolvidable,
y la voz grabada en el recuerdo.
Mujer valiente, donde las haya,
no hay dolor más fuerte en el seno,
que ver partir el fruto de tu ser,
por un invencible revés.

Sin embargo una fuerza,
un mohín de remanso,
al permanecer en cualquier partícula del aire
alcanza para empuñar hasta la saciedad
el deseo de un verso eterno en cada célula
transformando el arrope.

Gloria Gómez Candanedo

domingo, 5 de mayo de 2019

PRIMER DOMINGO DE MAYO - Gloria Gómez




PRIMER DOMINGO DE MAYO


La flor en tersura definiendo el símbolo tierno, 
a la vez que una fortaleza sosteniendo el armazón, 
dibujando la calidez de los siglos, 
acariciando la semblanza de viejos enseres, 
abrazando el llanto y la sonrisa en cada pétalo. 

Hoy la llamada viene de lejos 
a recordar la ternura del jardín de los arrumacos. 
Sigue fluyendo la savia en nuevos tallos 
invocando la copla de la mañana en el frío invierno,
sigue floreciendo el arbusto del patio
abocando la pena de la huída.

Oigo la voz queriendo templar los ímpetus,
queriendo aplacar el enojo sin razón en sendas escarchadas
y también la voz que desde lejos
susurra en el oído la melodía de la quietud.

La brisa trae el murmullo de madrugadas
marcando nuevas historias al partir,
el olor del rosal en la tarde estival
y la danza de la noche en el traqueteo
preparando el rumbo en vestidos del futuro.

No hay distancia que diluya la fortaleza
de la sonrisa más entrañable 
ni el pundonor de la lágrima en la despedida.
No hay obstáculo para sentir la cercanía
de la palabra del consuelo en la lejanía.
No hay imposible que haga olvidar 
la fuerza que da un abrazo mesurado.

Perdura la fragancia en los nuevos brotes,
los que adornan mi linaje,
los que cada día se mueven con tu grácil contoneo,
con sus balbuceos me transportan a no olvidar,
arrojando sus pétalos a nuevos rumbos.

La flor más tersa para definir
que nada se destruye al quedar en el recuerdo,
en la piel rodeada del gorjeo mañanero,
la que ama sin medida y sin condición,
la sublime primavera 
surge el primer domingo de mayo.

Gloria Gómez Candanedo


jueves, 2 de mayo de 2019

GRANADA - Federico García Lorca


GRANADA
Granada calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y a otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.

Las que van delante, garzas
la que va detrás, paloma,
abren por las alamedas muselinas misteriosas.
¡Ay, qué oscura está la Alambra!
¿Adónde irán las manolas
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa?

¿Qué galanes las esperan?
¿Bajo qué mirto reposan?
¿Qué manos roban perfumes
a sus dos flores redondas?

Nadie va con ellas, nadie;
dos garzas y una paloma.
Pero en el mundo hay galanes
que se tapan con las hojas.
La catedral ha dejado
bronces que la brisa toma;
El Genil duerme a sus bueyes
y el Dauro a sus mariposas.

La noche viene cargada
con sus colinas de sombra;
una enseña los zapatos
entre volantes de blonda;
la mayor abre sus ojos
y la menor los entorna.

¿Quién serán aquellas tres de alto pecho y larga cola?
¿Por qué agitan los pañuelos?
¿Adónde irán a estas horas?
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Federico García Lorca