viernes, 21 de julio de 2023

EN LUGAR DE UNA CARTA

 


EN LUGAR DE UNA CARTA

 

 

El humo del tabaco consumió el aire.

La habitación:

un capítulo en el infierno kruchyoniano.

Acuérdate,

tras esa ventana

por vez primera

acaricié frenético tus manos.

Hoy estás aquí sentada,

con el corazón blindado.

Un día más:

vas a echarme,

es posible que me maldigas.

En la turbia antesala largo tiempo no loro encajar

mi brazo estropeado por el temblor dentro de la manga.

Huiré, lanzaré el cuerpo a la calle.

Salvaje,

habré de enloquecer,

partido por la desesperación.

No es necesario esto,

querida,

mi bien,

deja que me despida ahora.

De todos modos

este amor mío

es un peso atroz

que colgará de ti

vayas donde vayas.

Deja que el último grito rompa

la amargura de las quejas del ofendido.

Si a un toro lo matas de cansancio

correrá,

a tumbarse en las aguas frías.

Para mí

no hay más mar,

que tu amor

y tu amor no concede ni con lágrimas el descanso.

Si un elefante fatigado desea la calma

se tiende majestuoso sobre la arena caliente.

Además de tu amor,

para mí

no hay sol,

aunque no sepa dónde ni con quién estás.

Si un poeta estuviera atormentado de esta forma,

cambiaría a su amada por dinero y fama,

pero a mí

 no me alegra ningún sonido,

que no sea el de tu nombre idolatrado.

No voy a arrojarme de las escaleras,

no voy a tomar veneno,

no apretaré el gatillo sobre mi sien.

En mí,

además de tu mirada,

no manda el filo de navaja alguna.

Mañana olvidarás,

que te he coronado,

que el alma fue abrasada por un amor florido,

y el carnaval agitado de triviales días

arruinará las páginas de mis libros…

Las hojas secas de mis palabras

¿te obligarán a detenerte,

a respirar de forma agitada?

 

Permíteme

que con la última ternura alfombre

tus pasos que se alejan.

 

Vladimir Mayakovski

19 de julio de 1893

Baghdati – Georgia (Rusia)

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