domingo, 30 de abril de 2023

DÍA DE CUMPLEAÑOS

 




DÍA DE CUMPLEAÑOS

A Carlos Fernández en su 65 cumpleaños

 

Grato es, el sumar días de esperanza al alcanzar un reto,

como este,

con el aporte de vida y los recovecos del tiempo.

Gozoso el encuentro con los compañeros de otras sendas

 y otros viajes para añadir bálsamo a la inexactitud de lo efímero.

 

Cumplir y seguir trabajando con el tiempo de labranza,

el señoreo de otras riberas aúnan la simiente del siguiente porvenir,

cruzar ciertas barreras suponen un latido diferente,

un sentir en el gorjeo de las aves profundamente anexo al entorno de otra era,

el color de abril,

el aroma del espliego venido de nortes lisonjeros,

la paz conseguida al despertar en otro amanecer,

el abrazo deseado,

y la encomienda de aquejados al busto de enloquecer

por seguir el rumbo inocuo del vivir.

 

Hoy especialmente,

el cielo azota el recelo de tierras secas,

clama al agua fresca un poco de calma al peregrino,

acopla dinastía a la compaña del siguiente esbozo

a surgir del bosque los ideales precisos

y giran en torno pláticas de maestría a los desesperados del saber.

 

En tono de fiesta rebasando la línea inadecuada,

aporta el salto mortal al otro lado del silencio

poniendo el primer balbuceo al aquejado,

muestra la destreza con el pincel ensalzando turquesas al profano

y deja el verso deslizarse entre la blancura de las ideas

al pasar páginas de pericia

aún después de cruzar siglos deshonestos entre ignotas camadas de historia.

 

Cumplir 65 años conlleva un trabajo,

soportar el peso de cimas ancestrales a la horda cavernaria,

lucir el semblante con cada trazo de destino ante el menesteroso,

caminar entre balanceos límpidos o inmundos sorteando óbices

para llegar a pisar con la firmeza adquirida en la reseña del límite.

 

Cumplir y atreverse a seguir viviendo con la flor en tersura

como si aún quedaran pétalos por caer,

hojas en blanco esperando el verso,

lienzos absorbiendo el color y la premura

y la castañuela repiqueteando cada encuentro con el legado de estirpe

sin olvidar la escena ineludible de íntimos y afectos anexados en el recorrido.

 

Feliz cumpleaños.

Gloria Gómez Candanedo

17 de abril de 2023

viernes, 28 de abril de 2023

QUIERO LIBERARME DE...

 


QUIERO LIBERARME DE…

 

 

De las piedras quise liberar al hombre que crece de noche

con el rocío del valle, pero casi nada pude ante el granítico

paladín que cultivando en su guarida la arcilla,

extrae colores de invernadero en cada flor.

 

De hierro fui alcanzado por las flechas del perdón y el olvido,

mi cuerpo fue bautizado, azotado y acariciado

por las manos del poder y recibí el don de volver al cielo

como única sentencia.

Mi sangre extranjera se estudió en laboratorios clandestinos,

me ofrecieron ejércitos, mujeres sin raza ni apellido…

Sigo siendo cero positivo.

 

Como el humo conseguí escapar

en el más allá de la historia,

del amor sin rencor hice sabiduría

en el jardín templado de la nostalgia, allí donde florecen

los aliados de la noche leyendo sus cuerpos.

 

Después también quise danzar la locura en el zaguán

de la abuela y desfilar la ceguera en los hospitales

y de comediante los balcones saltar o

como mendigo investigar las enaguas de las princesas…

Sin embargo, una serpiente enroscada en su bastón de baile

envenenó el destino y con un disfraz oriental

inoculó letras en el reloj de arena de cada verso

y la argolla de esa disciplina me liberó.

 

Carlos Fernández del Ganso

Cuadro: "La mirada del futuro" de Carlos Fernández del Ganso

jueves, 27 de abril de 2023

NOCHE

 


NOCHE

 

 

Tal vez esta noche no es noche,

debe ser un sol horrendo, o  

lo otro, o cualquier cosa.

¡Qué sé yo! Faltan palabras,

falta candor, falta poesía

cuando la sangre llora y llora!

 

¡Pudiera ser tan feliz esta noche!

Si solo me fuera dado palpar

las sombras, oír pasos,

decir “buenas noches” a cualquiera

que pasease a su perro,

miraría la luna, dijera su

extraña lactescencia tropezaría

con piedras al azar, como se hace.

 

Pero hay algo que rompe la piel,

una ciega furia

que corre por mis venas.

¡Quiero salir! Cancerbero del alma.

¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa!

¡Pudiera ser tan feliz esta noche!

 

Aún quedan ensueños rezagados.

¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces!.

¡Y mis pobres años! ¿Por qué no?

La muerte está lejana. No me mira.

¡Tanta vida, Señor!

¿Para qué tanta vida?

 

Alejandra Pizarnik

De “La última inocencia”

27 de abril de 1936

miércoles, 26 de abril de 2023

SE QUERÍAN

 

SE QUERÍAN

 

 

Se querían.

Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,

labios saliendo de la noche dura,

labios partidos, sangres, ¿sangre dónde?

Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

 

Se querían como las flores a las esquinas hondas,

a esa amorosa gema del amarillo nuevo,

cuando los rostros giran melancólicamente,

giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

 

Se querían de noche, cuando los perros hondos

laten bajo la tierra y los valles se estiran

como lomos arcaicos que se sienten repasados:

caricia, seda, mano luna que llega y toca.

 

Se querían de amor entre la madrugada,

entre las duras piedras cerradas de la noche,

duras como los cuerpos helados por las horas,

duras como los besos de diente a diente sólo.

 

Se querían de día, playa que va creciendo,

ondas que por los pies acarician los muslos,

cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…

se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

 

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,

mar altísimo y joven, intimidad extensa,

soledad de lo vivo, horizontes remotos

ligados como cuerpos en soledad cantando.

 

Amando. Se querían como la luna lúcida,

como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,

dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,

donde los peces rojos van y vienen sin música.

 

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,

ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,

mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,

metal, música, labio, silencio, vegetal,

mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

 

Vicente Aleixandre

26 de abril de 1898

martes, 25 de abril de 2023

AMOR DE SOLSTICIO

 


AMOR DE SOLSTICIO

 

 

Veinte siglos callado de timbre y vientre

y hoy inhóspito e inusitadamente

te extraño, ¡cuánto te extraño!,

y es raro, porque a mí nada me sorprende

ni la vereda llena de libros,

ni puzzles de lágrimas vivas

ni el jadeo de tu voz en mi nunca.

Pero…

silenciarte de noche, cuando llamas

de bruja a mi puerta

cuando me visitas de luna partida

en tajos finos,

eso siempre me tiembla en el mentón

y sin embargo, esclavo y señor

descorro todos los visillos,

desclavo de viruta el acordeón,

te recibo,

virgen caramelo en plena fruición.

 

Hoy noche de luna amapola

de blanco brillo en la almohada árabe

de jameos y arena,

hoy te incrusto junto a mi piel amarga

para hacerte pompa de jabón.

Y besarte de jirón en aros concéntricos

al ombligo,

deslizar mi lengua viva

del vientre al sur en tu cuello oriente

y denostado animal pararme en seco en tu sexo

abriéndote de rocío a la mañana

y cantar cada pétalo y deslizar dulce savia

de pistilos en cada raíz y abrocharte

en mi cintura, cabalando esta noche de

color luna amapola, todos los balcones amigos.

 

Y cruzarte cada mirada y bailar de puntillas

en la barandilla del mirador de la playa

cada murmullo de oleaje

mojando nuestros pies descalzos.

Eso extraño, bailar en la playa

de noche, descalzos de alma este poema

y caer como sudor toda la pasión de furia en

la arena y despertar confundidos

por el oleaje,

mar adentro en tirabuzones negros,

eso extraño y cuánto,

¡cuánto te extraño!

 

Carlos Fernández

Del libro: “Atravesando sombras”

Cuadro: "La mirada del futuro" de Carlos Fernández

 

 

domingo, 23 de abril de 2023

RABANAL VIEJO

 






RABANAL VIEJO 

 

Tierra de padre, cuna de labranza y pastoreo,

Rabanal es un pueblo con libertad de chopos

y lindes de piedra a lo largo del verde intenso,

que aún recuerdo,

con madre acompañando cada descubrimiento

y hermana saltando entre las acequias,

buscando las moras más negras,

en la voz del eco.

 

Revolotean en la memoria docenas de golondrinas en

casa de los abuelos

y la cocina vieja al calor de los cuentos

y el roble erguido de insolente invierno

y las mariposas del sierro

y la merienda con mis primos en el lavadero

y el pajar de amores imposibles con los amigos del juego.

 

Padre, hace cuatro meses comenzó tu último viaje,

antes de partir dejaste dicho:

“Viví intensamente 89 años, sigan trabajando y

ahí, les dejo un dinero”.

Hoy junto al negrillo, bajo el campanario,

una hoguera de pasión encenderemos

habrá cecina, chorizo con pan de hogaza y empanadas,

partida de bolos, juego de naipes, un buen baile

y a la noche mirando las perseidas,

chocolate espeso con mantecadas.

 

¡¡Cuántos amores cultivaron la hoz y la guadaña

en esa aldea sin escuela!!

 

Recuerdan tus paisanos:

¡¡Ya llega Carlos con sus castañuelas cantando!!

Ya repican las campanas, ya salen a la plaza

las rapazas y los rapaces danzando.

¡¡Vamos dulzaina y tamboril que llega

en Mayordomo del pueblo, el padre

de la maestra y el médico, con su mágico sombrero!!

 

Adiós abuelo, adiós suegro, adiós amigo,

adiós padre de la espiga y el sarmiento.

“A la luz del cigarro voy al molino”

cantaré con tus castañuelas y

no dejes de custodiarnos desde lo alto del sierro,

que hoy en la fiesta con el mejor tamborilero

camino del cementerio

vestiremos de gala como dictan los libros de texto

con hierbabuena, tomillo y espliego.

 

Carlos Fernández del Ganso

Del libro: “La máquina del tiempo”

sábado, 22 de abril de 2023

DELIRIO INCRÉDULO

 


DELIRIO INCRÉDULO

 

 

Bajo la flor, la rama;

sobre la flor, la estrella;

bajo la estrella, el viento.

¿Y más allá?

Más allá, ¿no recuerdas?, sólo la nada.

La nada, óyelo bien, mi alma:

duérmete, aduérmete en la nada.

Si pudiera, pero hundirme…

 

Ceniza de aquel fuego, oquedad,

agua espesa y amarga:

el llanto hecho sudor;

la sangre, que, en su huida, se lleva la palabra.

Y la carga vacía de un corazón sin marcha.

¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada.

Y que no lo recuerdes. Era tu gloria.

 

Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha

en el soplo de tu aliento.

Mira en tu pupila misma dentro,

en ese fuego que te abrasa, luz y agua.

 

Mas no puedo.

Ojos y oídos son ventanas.

Perdido entre mi mismo, no puedo buscar nada;

no llego hasta la Nada.

 

María Zambrano

22 de abril de 1904

 

 

jueves, 20 de abril de 2023

YO SOY UNA MUJER: NACÍ POETA

 


YO SOY UNA MUJER: NACÍ POETA…

 

 

Yo soy una mujer: nací poeta,

y por blasón me dieron

la dulcísima carga dolorosa

de un corazón inmenso.

En este corazón, todo llanuras

y bosques y desiertos,

han nacido un amor, interminable,

y un cantar gigantesco;

pasión que se desborda de la tierra

y que invade los cielos…

Ando la vida muerta de cansancio,

inclinándome al peso

de este afán, al que busca mi esperanza

un horizonte nuevo,

un lugar apacible en que repose

y se derrame luego

con la palabra audaz y victoriosa

dueña de mi secreto.

Yo necesito un mundo que no existe,

el mundo que yo sueño,

donde la voz de mis canciones halle

espacios y silencios;

un mundo que me aisle y que me escuche;

¡lo busco, y no lo encuentro!...

 

Concha Espina

15 de abril de 1869

miércoles, 19 de abril de 2023

NO RECUERDO EL FUTURO

 


 

NO RECUERDO EL FUTURO

 

 

Estamos condenados por todos los costados.

 

Por el flanco derecho primero,

tras envenenar con el antiguo humor negro

las flores de los que nunca lustraron zapatos,

la moral y el silencio de los que nada amaron.

 

Matar por la boca es lo más sencillo

enorme tamaño, la ambición de morir a la carta.

 

Venenos para la piel, el cabello, los huesos,

modernas técnicas derivadas del ectodermo que cubre la máscara

el disfraz de esqueleto sin guadaña que niega las diferencias.

 

Asesinatos selectivos, cauterizaciones precisas

en el arte, los proyectos vitales y su dimensión de odio,

donde no cuenta la ausencia de las muelas.

 

Nunca inventaron una palabra para los doscientos años.

 

Más allá…

¡qué decir!

Árboles milenarios, diplodocus enormes

que, se dice, habitaron el planeta en la investigación

de los orígenes que son hoy fantasmas en nuestra tierra.

 

Y si eres habilidoso, en su momento te llega la enfermedad.

Tratar, se trata, de llegar a ella no antes del tiempo

que cada proceso de pensamiento precisa.

Cualquier crónico sabe que se anticipo

en la decisión de olvidar el perdón y perdonar el olvido.

 

Por las dudas, hablar aunque sea torcido,

de ese trocito de pestaña viva

con la que poder hacerle a la vida

un guiño más.

 

Carlos Fernández del Ganso

Del libro: “No recuerdo el futuro”

Cuadro: "No recuerdo el futuro" de Miguel Oscar Menassa

 

martes, 11 de abril de 2023

OH, ESTE DOLOR

 


OH, ESTE DOLOR

 

 

Oh, este dolor,

este dolor de no tener y a lágrimas;

este dolor

de no tener ya llanto

para regar el polvo.

¡Oh, este llano de España,

que ya no es más que arruga y sequedad…

mueca,

enjuta congoja de la tierra,

bajo un cielo sin lluvias,

hipo de cigüeñal

sobre un pozo vacío,

mecanismo, sin lágrimas, del llanto!

¡Oh, esta mueca española,

esta mueca dramática y grotesca!

 

Llanto seco del polvo

y por el polvo…

por el polvo de todas las cosas acabadas de España

por el polvo de todos los muertos

y de todas las ruinas de España…

por el polvo de una casta

perdida ye en la Historia para siempre!

 

Llanto seco del polvo

y por el polvo. Por el polvo

de una casa sin muros,

de una tribu sin sangre,

de unas cuencas sin lágrimas,

de unos surcos sin agua…

Llanto seco del polvo

por el polvo que no se juntará ya más,

ni para construir un adobe

ni para levantar una esperanza.

¡Oh!, polvo amarillo y maldito

que nos trajo el rencor y el orgullo

de siglos

y siglos

y siglos…

Porque este polvo no es de hoy,

ni nos vino de fuera:

somos todos desierto y africanos.

 

…………………………………………………

 

Tierra arenosa sin riego,

carne estrujada sin llanto,

polvo rebelde de rocas rencorosas

y lavas enemigas,

átomos amarillos y estériles

del yermo,

aristas vengativas,

arenal de la envidia…

esperad ahí secos y olvidados

hasta que se desborde el mar.

 

León Felipe

11 de abril de 1884

Tabara (Zamora) – España

viernes, 7 de abril de 2023

LA MUJER FUERTE

 


LA MUJER FUERTE

 

 

Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,

mujer de saya azul y de tostada frente,

que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía

vi abrir el surco negro en un abril ardiente.

 

Alzaba en la taberna, honda la copa impura

el que te apego un hijo al pecho de azucena,

y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,

caía la simiente de tu mano, serena.

 

Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,

y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,

agrandados al par de maravilla y llanto.

 

Y el lodo de tus pies todavía besara,

porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara

¡y aún te sigo en los surcos la sombra con mi canto!

 

Gabriela Mistral

7 de abril de 1889

Vicuña (Chile)

jueves, 6 de abril de 2023

LA LLAVE MAESTRA

 

LA LLAVE MAESTRA

 

 

La luz de su cuarto me habla de él cuando no está,

me acompaña cuando tengo miedo,

y siempre tengo miedo porque soy valiente;

oye su paso sobre los mosaicos de la entrada

va a su encuentro cuando abre la puerta lentamente

cuando lo espero, y siempre lo espero;

lo mismo es para la luz eléctrica que para la luz del sol,

lo mismo para el sol que la luna o la estrella.

Un tapiz forma la luz complicada

es la vida y siempre la vida.

Si me quedara ciega la vería con mis patas

o tal vez con mi frente cuando llega.

El tapiz no lo forma la luz sino su llegada, el sonido

que cambia de oscuro en claro.

El tablero de la luz tiene varias llaves

pero una gobierna el resto:

se llama la llave maestra.

Del mismo modo el tablero de mi luz

tiene una sola llave que gobierna las otras

la llave que está en sus manos.

Apagaría todas las luces si quisiera

pero yo cierro los ojos para no ver

la oscuridad que podría ser

luz para no herirlo.

 

Victoria Ocampo

5 de abril de 1880

Buenos Aires (Argentina)

miércoles, 5 de abril de 2023

A CUATRO ESQUINAS

 


A CUATRO ESQUINAS

 

 

Con mi corazón jugaba

el ensueño a cuatro esquinas:

una esquina era el anhelo,

otra esquina la ilusión;

una esquinita la dicha

y otra esquinita el amor.

Entre las cuatro, riendo,

saltaba mi corazón.

Con mi corazón jugaba

la amargura a cuatro esquinas:

una esquina era el olvido,

otra esquina la pasión;

una esquinita la pena

y otra esquinita el dolor.

Entre las cuatro, llorando,

pasaba mi corazón.

 

María Luisa Muñoz de Buendía

5 de abril de 1898

Huelva – (España)

  

lunes, 3 de abril de 2023

LA MUJER TATUADA

 

LA MUJER TATUADA

 

 

Las huellas de los pies de sus amantes

han cubierto su alcoba

con un tapiz de peregrinaciones.

 

La arcilla de su seno

está llena de huellas digitales,

y todo su cuerpo de jeroglíficos

de colibríes, besos

de sus amantes niños…

 

El vuelo de sus cejas

en su frente admirable

posa un perfil de zopilote

sobre los cráneos del zompaantli,

que echa a volar cuando sus ojos

luminosos se abren…

 

Espejo de obsidiana

del brujo Tezcatlipoca;

yugo de granito;

¡cóncavo

vaso de sacrificios!

 

Cuerpo macerado de inciensos

como las paredes de los templos.

Un pasajero amante

dejó escrito su nombre en un tatuaje

sobre su carne.

 

Su esencial orquídea,

como las de Mitla,

surge entre las piedras del templo

promulgando sangre de víctimas,

imán de mariposa ilusión

que flota en claros de luna o tiembla

en un verde rayo de sol.

 

La teoyamique sonríe en sus dientes

y el jaguar de su ardor abre las fauces

al través de una enagua de serpientes

 

y, hélice del Calendario ancestral,

su misterio sobre nuestras escamas

riza elásticas plumas de quetzal.

 

De su alma llena de sepulcros

suben hasta sus ojos

espectros y vislumbres de tesoros

 

y tanta pasión suprimida;

momias que emparedó el Santo Oficio

¡y hoy implacables resucitan…!

 

Mientras su carne de cera

arde con flama de pasión

como gran cirio de la Inquisición.

 

Se siente Emperatriz en las verbenas

y en la profunda ergástula de sus amantes, Reina,

y aspira como ídolo copales y alhucemas.

 

Caen los besos, de sus ojeras a la sombra,

en el ávido surco de su boca

y sus senos se hinchan

como si fueran a brotar dos rosas…

 

En  su vientre está la equino-cáctea,

en su vientre infecundo

¡tan blanco como la Vía Láctea

llena de mundos…!

 

Sus pésames aúllan con los coyotes de la sierra

y su máscara estampada de flores

cubre una sonrisa de hiena.

 

Como submarinas medusas

en espejismos de Atlántidas

ruedan sus ojos en blanco

 

cuando entre blasfemias roncas

su hombre se rinde entre sus brazos

como un ahorcado en una horca.

 

Nada hay

tan semejante a una chinampa florida

como su carne escondida

bajo tápalos de Catay…

 

Y a ella toda, como la gran curva de luz

del cohete que en silencio vuela

y suspende, doblado en festón de saúz,

un jardín milagroso en la plazuela

 

a tiempo que a la vera de la vieja casona

esquiva la Llorona

su fluido cuerpo de lémur

y su quejido doliente y vano

 

como de flauta hecha en un fémur

humano…

 

Juan José Tablada

3 de abril de 1871

México

Cuadro: "La mujer en azul" de Pablo Picasso