martes, 25 de abril de 2023

AMOR DE SOLSTICIO

 


AMOR DE SOLSTICIO

 

 

Veinte siglos callado de timbre y vientre

y hoy inhóspito e inusitadamente

te extraño, ¡cuánto te extraño!,

y es raro, porque a mí nada me sorprende

ni la vereda llena de libros,

ni puzzles de lágrimas vivas

ni el jadeo de tu voz en mi nunca.

Pero…

silenciarte de noche, cuando llamas

de bruja a mi puerta

cuando me visitas de luna partida

en tajos finos,

eso siempre me tiembla en el mentón

y sin embargo, esclavo y señor

descorro todos los visillos,

desclavo de viruta el acordeón,

te recibo,

virgen caramelo en plena fruición.

 

Hoy noche de luna amapola

de blanco brillo en la almohada árabe

de jameos y arena,

hoy te incrusto junto a mi piel amarga

para hacerte pompa de jabón.

Y besarte de jirón en aros concéntricos

al ombligo,

deslizar mi lengua viva

del vientre al sur en tu cuello oriente

y denostado animal pararme en seco en tu sexo

abriéndote de rocío a la mañana

y cantar cada pétalo y deslizar dulce savia

de pistilos en cada raíz y abrocharte

en mi cintura, cabalando esta noche de

color luna amapola, todos los balcones amigos.

 

Y cruzarte cada mirada y bailar de puntillas

en la barandilla del mirador de la playa

cada murmullo de oleaje

mojando nuestros pies descalzos.

Eso extraño, bailar en la playa

de noche, descalzos de alma este poema

y caer como sudor toda la pasión de furia en

la arena y despertar confundidos

por el oleaje,

mar adentro en tirabuzones negros,

eso extraño y cuánto,

¡cuánto te extraño!

 

Carlos Fernández

Del libro: “Atravesando sombras”

Cuadro: "La mirada del futuro" de Carlos Fernández

 

 

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