NO ME REGALES ROSAS
No me regales rosas, no.
No es que yo no ame las
rosas,
es que en el rosal lucen
mejor
están vivas y cantan su
alegría en los pétalos
dando el sí cuando
corresponde un amor
y el no cuando visita el
desamor.
En su raíz perdura la
savia de la vida
recordando las espinas que
recorren el alma
al ver su tallo.
Alcanzan la libertad
echando pétalos al viento
para sembrar más vida en
distinto jardín.
Nos sonríen a su paso
dejando el inconfundible aroma de los besos,
inspiran el mejor verso al
amante taciturno,
colman de belleza el
trasluz de la ventana,
tersas y sublimes nos
abren el rocío abrazando cuerpos.
Muestran la libertad en
banderas trayendo el pan.
En su regazo guardan mi
niñez.
Cada azul siento su aroma
acariciando mi piel
van siempre en mi camino.
Cómo voy a querer
arrancarlas?
Han escuchado mis plegarias y mis juegos
han sido las primeras en
descubrir mi primer beso
y han visto mi llanto y mi
dolor, mis quejas y mis sueños.
Sonrientes cimbrean el
ritmo de los amantes
son libres en su matorral,
allá donde están dejan una
sonrisa que sólo ellas conocen.
Pero si se las corta…, se
marchitan
poco a poco entristecen,
no les llega la savia de la tierra,
¿savia? o ¿amor?...
…y sin darnos cuenta
el lugar que ocupan, queda
vacío y se llena de soledad
en forma de nudo en el
pecho
como si el amor se
acabara.
Como si solo durante el
tiempo que dura una flor cuando la cortas.
Después no queda nada.
No me regales rosas, no.
Sería como arrancar mi
esencia de la tierra,
como quedarme sin las alas
que da la libertad de la savia
o… el amor?
No se puede amar la
libertad,
si se decide cortar la
savia de cualquier vida,
el fluido que recorre las
venas.
El temblor de la piel ante
el roce de otra piel
se hiela, se enquista y
muere.
Déjalas vivir
que yo quiero amarlas
cada vez que me regalas
una con tu boca
Gloria Gómez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
poesia