LA INOCENCIA DE LA NUBE
A
Alicia Martín Martín in memoriam
Un año,
un año desde que partieras,
parece largo el tiempo a
veces,
otras, como un instante cruza
la sien,
mas aún el recuerdo de tu voz
recorre el bulevar entre
pequeños versos,
el gesto, recatado casi
siempre,
como no queriendo molestar al
viandante,
permanece con el sigilo de un
silencio
entre lo más noble.
En algún parque,
los pasos de un niño gritarán
tu nombre,
la odisea del mundo sigue como
si nada,
mas tu sonrisa sigue anclada
en la piel incauta del dolor,
el lugar donde reías permanece
intacto con la ausencia,
y el prodigio de una
sensibilidad
acuña el vértigo de la
cuestión.
Alguna calle aparece con tu
aroma en la tarde,
el sigilo de tus pasos simulan
una gacela sin consuelo,
el requiebro de tu garganta
sopesa la calidez del viento
al alcanzar un pequeño vuelo
tus sencillos versos.
Octubre te recuerda,
el color del otoño adorna el
adiós de tu candidez
cuando comenzabas tu otoño en
la vida,
octubre aún sin el rojo del
tiempo,
como tu tez sin el dorado de
la madurez
acoge la despedida sin vuelta
pero con la delicadeza de un
verso
extraído del pundonor de tu
alma.
Pequeñas letras perduran en la
nube de la memoria,
con la onda de tu pelo
sufragando el aire,
la frugalidad de tus palabras
perfuman el ambiente
al encontrar nuevamente
una frase tuya entre las
páginas de la inocencia
que surcan los hilos de la
tierra.
Gloria Gómez Candanedo
Octubre 2022
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