UN DÍA NORMAL
Hoy es un día normal,
el sol naciente abre la
jornada,
el jabón espera al lado de la
toalla,
el rechinar de un vuelo
despega al horizonte,
alguna nube anuncia que habrá
agua,
el mundo parece caminar a la
labor diaria,
en el trayecto se oye la
sirena de una herida,
en la esquina un hombre
abofetea a una mujer,
la última noticia de un nuevo
misil de guerra
provoca algún resquemor.
Un día normal,
la diferencia con el jefe
y la disputa con algún vecino,
la flor nueva en el jardín de
la casa de enfrente,
el árbol que ha dejado de dar
sombra,
el pájaro que revolotea sobre
el tejado,
el ruido de un motor a la
huída de la justicia,
el atraco a mano armada de una
anciana
con dificultad de andar,
la negación de un abrazo al
afligido,
la ausencia de gratitud en el
entorno,
otra noticia anuncia el
desplome de los suministros,
la subida de los precios del
consumo,
la impotencia para obtener un
trozo de pan,
el aumento de toxicidades en
la población.
Hoy es un día muy normal,
un avión secuestrado se
desploma con trescientos viajeros,
el joven huye de un hogar
fratricida,
la niña se deja llevar por el
canto un truhán a la deriva
poniendo en ello la flor de su
vida,
el padre acosa al retoño de su
error,
la madre finge el gozo en su
lecho,
nueva noticia anuncia el
aumento de habitantes sin empleo,
la muchedumbre implorando un
techo,
el niño sin escuela en otro
país,
la lumbre sin fuego en otras
cornisas,
la ausencia de comida en otras
latitudes,
las bombas de dolor sobre los
pueblos.
Un día normal asoma tras la
ventana,
el cepillo de dientes sigue en
la bandeja,
la taza de té espera en la
alacena,
una llamada al teléfono avisa
de la violación de una hija,
un mendigo resopla indulgencia
ante la multitud,
una mujer se desangra ante la
impunidad,
un hombre desploma en la calle
esperando una ambulancia,
el convoy de bomberos no llega
a tiempo a todos los lugares,
la casa gime, llora y arde
tras el desahucio,
otra víctima más en la caricia
de su opresor sumando cifras,
ahora la noticia alberga el
desequilibrio de la sociedad,
el éxodo de los jóvenes sin
provenir,
el clima se ha vuelto loco,
la tierra se agrieta de dolor,
nuevos virus están al acecho,
los gobiernos piden más
sumisión a los pueblos:
¡hay que paliar los efectos
privándonos de respirar,
cantar, reír, amar y gozar!
Un día normal, todo normal,
amanece con la vieja canción,
el atuendo colgado en la
percha espera rodear la piel,
el dibujo de la última noche
aún está húmedo,
las sábanas guardan los sueños
extendidos sobre ellas,
al salir una carta en el buzón
notifica una deuda,
cambio de zapatos y se rompe
la tubería,
más otra nueva rememora el
aniversario del holocausto,
había que poner un poco
cáustica la mañana,
y esperar que un tren
descarrile con nueve mil pasajeros,
mientras la amenaza continúa,
hay explosivos en la frontera,
el zumbido de las balas
enloquecen las lágrimas,
la desesperación acampa por doquier,
más, todo normal, muy normal.
Gloria Gómez Candanedo
Cuadro de Amalia Avia
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