miércoles, 26 de octubre de 2022

UN DÍA NORMAL

 


UN DÍA NORMAL

 

Hoy es un día normal,

el sol naciente abre la jornada,

el jabón espera al lado de la toalla,

el rechinar de un vuelo despega al horizonte,

alguna nube anuncia que habrá agua,

el mundo parece caminar a la labor diaria,

en el trayecto se oye la sirena de una herida,

en la esquina un hombre abofetea a una mujer,

la última noticia de un nuevo misil de guerra

provoca algún resquemor.

 

Un día normal,

la diferencia con el jefe

y la disputa con algún vecino,

la flor nueva en el jardín de la casa de enfrente,

el árbol que ha dejado de dar sombra,

el pájaro que revolotea sobre el tejado,

el ruido de un motor a la huída de la justicia,

el atraco a mano armada de una anciana

con dificultad de andar,

la negación de un abrazo al afligido,

la ausencia de gratitud en el entorno,

otra noticia anuncia el desplome de los suministros,

la subida de los precios del consumo,

la impotencia para obtener un trozo de pan,

el aumento de toxicidades en la población.

 

Hoy es un día muy normal,

un avión secuestrado se desploma con trescientos viajeros,

el joven huye de un hogar fratricida,

la niña se deja llevar por el canto un truhán a la deriva

poniendo en ello la flor de su vida,

el padre acosa al retoño de su error,

la madre finge el gozo en su lecho,

nueva noticia anuncia el aumento de habitantes sin empleo,

la muchedumbre implorando un techo,

el niño sin escuela en otro país,

la lumbre sin fuego en otras cornisas,

la ausencia de comida en otras latitudes,

las bombas de dolor sobre los pueblos.

 

Un día normal asoma tras la ventana,

el cepillo de dientes sigue en la bandeja,

la taza de té espera en la alacena,

una llamada al teléfono avisa de la violación de una hija,

un mendigo resopla indulgencia ante la multitud,

una mujer se desangra ante la impunidad,

un hombre desploma en la calle esperando una ambulancia,

el convoy de bomberos no llega a tiempo a todos los lugares,

la casa gime, llora y arde tras el desahucio,

otra víctima más en la caricia de su opresor sumando cifras,

ahora la noticia alberga el desequilibrio de la sociedad,

el éxodo de los jóvenes sin provenir,

el clima se ha vuelto loco,

la tierra se agrieta de dolor,

nuevos virus están al acecho,

los gobiernos piden más sumisión a los pueblos:

¡hay que paliar los efectos privándonos de respirar,

cantar, reír, amar y gozar!  

 

Un día normal, todo normal,

amanece con la vieja canción,

el atuendo colgado en la percha espera rodear la piel,

el dibujo de la última noche aún está húmedo,

las sábanas guardan los sueños extendidos sobre ellas,

al salir una carta en el buzón notifica una deuda,

cambio de zapatos y se rompe la tubería,

más otra nueva rememora el aniversario del holocausto,

había que poner un poco cáustica la mañana,

y esperar que un tren descarrile con nueve mil pasajeros,

mientras la amenaza continúa,

hay explosivos en la frontera,

el zumbido de las balas enloquecen las lágrimas,

la desesperación acampa por doquier,

más, todo normal, muy normal.

 

Gloria Gómez Candanedo

Cuadro de Amalia Avia

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