jueves, 16 de marzo de 2023

LA VIDA, ESTA VIDA...

 


LA VIDA, ESTA VIDA…

 

 

La vida, esta vida

me placía, su instrumento, esas palomas….

Me placía escucharlas gobernarse en lontananza,

advenir naturales, determinado el número,

y ejecutar, según sus aflicciones, sus dianas de

       animales.

 

Encogido,

oí desde mis hombros

su sosegada producción,

cave los albañales sesgar sus trece huesos,

dentro viejo tornillo hincharse el plomo.

Sus paujiles picos,

pareadas palomitas,

las póbridas, hojeándose los hígados,

sobrinas de la nube… ¡Vida! ¡Vida! Esta es la vida!

 

Zurear su tradición rojo les era,

rojo moral, palomas vigilantes,

talvez rojo de herrumbre,

si caían entonces azulmente.

 

Su elemental cadena,

sus viajes de individuales pájaros viajeros,

echaron humo denso,

pena física, pórtico influyente.

 

Palomas saltando, indelebles

palomas olorosas,

manferidas venían, advenían

por azarosas vías digestivas,

a contarme sus cosas fosforosas,

pájaros de contar,

pájaros transitivos y orejones…

 

No escucharé ya más desde mis hombros

huesudo, enfermo, en cama,

ejecutar sus dianas de animales… Me doy cuenta.

 

César Vallejo

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