HA LLEGADO EL HACHA DE LA
INTELIGENCIA
Ha llegado el hacha de la
inteligencia
entregando su elixir al
libertador.
Madrid escribe las
inscripciones de jóvenes amigos.
Historias de extremidades
convulsivas.
Despeña desconocidos
rostros a los pies del mortuorio.
Cadáveres con un poco de
ruido, ruinas con fuerza.
Árboles que comienzan
diciendo mundo.
Es tarde para razonar a al
pregunta.
Hay silencios de los
pueblos jugados a los dados.
Asteriscos de una
partitura de sangre
pernoctando en la
oscuridad de los santos.
Agonía impalpable de un
dolor de alquimia.
Vértigo taciturno que hace
temblar al miedo
descubre una ausencia
remotísima de la memoria.
Su olor marea.
Pisada larguísima del
ensueño se despide con sobresalto
del cotidiano trabajo del
soldado.
Pirata del aire sigue el
rumor de la línea penitente.
Detiene la música de los
pastos
con una torrencial llamada
a su costado.
Él, había disparado a las
golondrinas,
querido camarada.
Sus tentáculos bajan por
la colina hacia los restos
completamente
descubiertos.
¡General, general!
Abierto a sus historias la
nieve es más terrible.
España quiere la
independencia de la espontaneidad.
Amaneceres como una
hoguera.
Vuelos entre las gentes
que en su propia mesa
comentan el creciente
reposo.
Aquí termina el viaje de
las caras infieles.
Lamento de las máscaras
sin dueño.
Bujías de todas las
memorias
desatan las pasiones
entreabiertas,
entre tú y yo, como una
alondra
el viento cruza el abismo.
Abre el libro con la fría
zarza del crisol.
Muerde las entrañas del
pueblo reclamando
su trampa de invisibles
pieles.
Entre tú y yo, la cara
curiosa de un niño
se aventura camarada al
trueque.
Hay quien dice que te has
vestido de mí
acechando los idiomas con
la distancia acampada
en la deriva de un
continente.
Nombrando nada, esposa de
las diferencias.
Tiempo ciego donde se
hierve la pobre señal,
la inteligencia sumergida
hacia atrás.
Destino cruel de un
palacio sepultado por las lágrimas.
Que cesen las calles que
ascienden al atrueno.
Su vapor vive en la
alianza del resto insaciable.
Envoltura para los
corazones pisados por el silencia.
Húmeda mortaja de los
sueños.
Virginia Valdominos Pastor
Del libro: 2021 Verano
iluminado
Cuadro: "Señales de Madrid" de Miguel Oscar Menassa
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