domingo, 15 de enero de 2023

EL REGRESO

 


EL REGRESO

 

Volver tras la efervescencia de los efectos y los afectos,

volver tras el ruido indoloro de las campanas asuetas de encanto,

el fluir del agua en las fuentes al deshielo de la noche,

las luminarias acogiendo el bullicio sosegado de la mirada, aún por doblegar.

Volver al reto de los días sumiendo en el lodo la esperanza,

ver la continuidad del acero rompiendo el curso de la vena

como la nueva del día,

oír el silbido atónito recorriendo la sien al confabular la escena de lo inhóspito,

transgredir la hazaña en una fruslería sin brío,

es la rutina malhechora,

la fragua sin el metal,

el horno sin pan, el consumo por condición,

sin el frescor de la premura ni el sabor de la ternura.

Volver al campo de batalla de los días sin comedir

el ensueño desgarbado en la colina de la odisea,

trastocar la entraña con el pavor de lo incierto

ante la nueva hoja en blanco,

vuelta a tremolar la efigie en la andadura

a veces en el desierto de palabras

y a veces el glaciar del silencio. 

La vuelta al origen, punto de partida de toda sesgadura,

de todo terraplén hacia un desfiladero de cortesía aplanada,

trastoca el cieno de la sensatez,

la planicie de la multitud agrega desconcierto a la claridad

en superposición de ideas a la libertad, congratulando desidia.  

El reloj dando vueltas,

señalando otra hora en cada requiebro olvidado,

cada entuerto en lo onírico de la mezquindad,

el tic tac de la locura,

el pendular del titubeo al resquicio del primer rayo

sin dejar apenas otra opción que respirar hondo,

alzar la mirada y caminar con firmeza hacia el rumbo asignado.


Gloria Gómez Candanedo

Diciembre 2022

Cuadro de Paul Gauguim

 

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