lunes, 23 de enero de 2023

CAPRICHO

 


CAPRICHO

 

 

Escrútame los ojos, sorpréndeme la boca,

sujeta entre tus manos esta cabeza loca,

dame a beber veneno, el malvado veneno

que te moja los labios a pesar de ser bueno.

 

Pero no me preguntes, no me preguntes nada

de por qué lloré tanto en la noche pasada;

las mujeres lloramos sin saber, porque sí:

es esto de los llantos pasaje baladí.

 

Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,

un mar un poco torpe, ligeramente estulto,

que se asoma a los ojos con bastante frecuencia

y hasta lo manejamos con dúctil ciencia.

 

No preguntes, amado, lo debes sospechar;

en la noche pasada no estaba quieto el mar.

Nada más. tempestades que las trae y las lleva

un viento que nos marca cada vez costa nueva.

 

Sí, vanas mariposas sobre jardín de Enero,

nuestro interior es todo sin equilibrio y huerto.

Luz de cristalería, fruto de carnaval

decorado en escamas de serpientes del mal.

 

Así somos, ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta:

movilidad absurda de inconsciente coqueta,

deseamos y gustamos la miel de cada copa

y en el cerebro habemos un poquito de estopa.

 

Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer,

capricho, amado mío, capricho debe ser.

Oh, déjame que ría… ¿No ves qué tarde hermosa?

Espínate las manos y córtame esa rosa.

 

Alfonsina Storni

 

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