martes, 30 de julio de 2024

CUANDO PERDIDA VAGO ENTRE SOMBRÍAS...

 


CUANDO PERDIDA VAGO ENTRE SOMBRÍAS…

 

 

Cuando perdida vago entre sombrías

piedras sin luz y sin admiración

llego arrepentida a tu mansión,

a tus secretas y hondas galerías

 

donde me espera lo que me ofrecías.

Allí encuentro tu luz y tu pasión,

allí comprendo sin superstición

que me llenas de dicha y de agonías.

 

Quien no me sigue allí me perderá…

Quien no me busca allí no arrancará,

una sola respuesta de mis labios.

 

En tus rosales de oro, está el futuro,

lo que veneraré, lo que es más puro

porque tus pensamientos son los sabios.

 

Silvina Ocampo

28 de julio 1903

Buenos Aires – Argentina

lunes, 29 de julio de 2024

VINE

 


VINE

 

 

Vine con el deseo de querer a las gentes

y me han ido secando mi raíz generosa.

Entre turbias lagunas bogar veo a la Vida.

Deja estelas de fango, al pasar, cada rosa…

 

Y hablo así, yo que he sido vencedora en mi mundo,

porque pude vencerme y vencer a deseo.

Pero no me he querido engañar inventándome

una imagen equívoca. Me forjé en cuanto veo…

 

No desierto a una hora que no traiga consigo,

en un sordo silencio, una queja enganchada.

Tiene el alma un oído que la escucha y la siente

y recibe esta queja con la pena doblada…

 

Concha Méndez

27 de julio de 1898

Madrid

RETRATO

 


RETRATO

 

 

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla

y un huerto claro donde madura el limonero;

mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;

mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

 

Ni un seductor Mañaa ni un Bradomín he sido

--ya conocéis mi torpe aliño indumentario--;

mas recibí la flecha que me asignó Cupido

y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

 

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,

pero mi verso brota de manantial sereno;

y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,

soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

 

Adoro la hermosura, y en la moderna estética

corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;

mas no amo los afeites de la actual cosmética

ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

 

Desdeño las romanzas de los tenores huecos

y el coro de los grillos que cantan a la luna.

A distinguir me paro las voces de los ecos,

y escucho solamente, entre las voces, una.

 

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera

mi verso como deja el capitán su espada:

famosa por la mano viril que la blandiera,

no por el docto oficio del forjador preciada.

 

Converso con el hombre que siempre va conmigo

--quien habla solo espera hablar a Dios un día--;

mi soliloquio es la plática con este buen amigo

que me enseñó el secreto de la filantropía.

 

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.

A mi trabajo acudo, con mi dinero pago

el traje que me cubre y la mansión que habito,

el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

 

Y cuando llegue el día del último viaje

y esté a partir la nave que nunca ha de tomar,

me encontraréis a bordo ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar.

 

Antonio Machado

26 de julio de 1875

Sevilla

domingo, 21 de julio de 2024

BARATO SE LIQUIDA

 


BARATO SE LIQUIDA

 

 

A ti, mujer,

a quien enredo en conmovedora aventura,

o a ti, transeúnte, a quien miro simplemente.

Todos pasan temerosos apretando los bolsillos.

¡Ridículos!

¡A los pobres,

qué pueden robarles!

Pasarán los años

lo sabrían ustedes,

tal vez, yo,

candidato a dos metros de la morgue municipal,

soy infinitamente más rico,

que cualquier Pierpont Morgan.

Al cabo de tantos y tantos años,

ya no viviré,

moriré de hambre,

o un tiro me pegaré

a mi,

al de fuego,

me estudiarán los profesores,

hasta los puntos y las comas,

y hablarán de dónde y cómo,

y cuándo vivió y nació…

Y desde la cátedra,

un idiota de frente saliente,

recordará a Dios o al demonio.

Se inclinará la muchedumbre,

adorándome inquieta,

y no me reconocerán.

Yo no soy yo.

Dibujarán una cabeza,

con cuerpo o con aureola,

y todas las estudiantes,

antes de dormirse,

soñarán acostadas sobre mis versos.

Soy pesimista –dicen-

¡Ya lo sé!

¡Siempre habrá aprendices en la tierra!

Pero al fin,

escuchadme:

todo o que posee mi alma,

todo,

¿a ver quién se atreve a medir esta hondura?

Toda la maravilla,

que en la eternidad adornará mi paso,

y aún mi propia inmortalidad,

que tronando por todos los siglos,

juntará a mis admiradores de rodillas,

en el mundo y siempre,

¿todo eso quieren?

Lo doy enseguida,

por una sola palabra,

cariñosa, humana.

¡Gente!

¡Venid, levantando polvo por las avenidas,

aplastando cuerpos, pisando rostros!

Venid de toda la tierra,

hoy,

en San Petersburgo,

en la calle Nadiezda

por menos de un kopek

se liquida una valiosísima corona,

por una palabra humana.

¿Barato, verdad?

¡Anda,

prueba encontrarla!

 

Vladimir Mayakovski

7 de julio de 1893

Baghdati (Georgia)

 

sábado, 20 de julio de 2024

EL CORAZÓN VACÍO

 


EL CORAZÓN VACÍO

 

Porque ya mi corazón

es el corazón de nadie.

 

Y cuando ya el corazón

es le corazón de nadie;

cuando las manos se buscan

hondamente, por juntarse

la diestra con la siniestra,

en ternuras insondables,

y uno siente que sus manos

ya son las manos de nadie.

 

Cuando por el rostro inmóvil

invisiblemente caen

unas lágrimas eternas

que no logran congelarse,

y uno siente que sus lágrimas

son las lágrimas de nadie.

Cuando la voz que fue de uno,

concluye por dispersarse

y se la llevan los vientos,

-alma sola, voz errante-

y uno siente que su voz

ya es la oscura voz de nadie;

cuando el corazón no se halla

ni en sus mismas soledades,

porque devoró la angustia

sus recónditas imágenes,

entonces, a dónde ir;

a que sombra desterrarse;

cómo llenar lo infinito;

con qué vida, con qué sangre,

si uno se invoca hacia adentro,

con amargura, buscándose,  

como quien va hasta la casa

de un amigo a consolarse,

y se encuentra en sus abismos

con el corazón de nadie.

 

Germán Pardo García

19 de julio de 1902

Ibagué (Colombia)

 

jueves, 18 de julio de 2024

KASIDA DE AMOR Y DE MIEDO

 


KASIDA DE AMOR Y DE MIEDO

 

¿Quién me sigue por la calle?

-¿Quién en la esquina en acecho?

 

-Nadie te vio entrar. Respira.

La vida nace en tus besos.

Están las puertas cerradas

y el corredor en secreto.

 

-¿Quién pasa tras la cancela?

-¿Quién habla cerca, aquí dentro?

 

-No pasa nadie. Los muros

no devuelven ningún eco.

Tus labios, llenos de espanto,

duelen de frío y de fuego.

 

(En la oscuridad, las sombras

juegan su baile de espectros.

En el aire de la cita

brinca la cebra del miedo.

Crujen auras navegantes

sobre el cauce del silencio.

Y el mundo rueda al abismo

ante un reloj descompuesto).

 

¡Ay amor si tú volvieras,

amor de amor y de miedo!

 

Joaquín Romero Murube

18 de julio de 1904

Los Palacios y Villafranca (Sevilla)

 

 

A VECES QUIERO PREGUNTARTE COSAS...

 


A VECES QUIERO PREGUNTARTE COSAS…

 

A veces quiero preguntarte cosas,

y me intimidas tú con la mirada,

y retorno al silencio contagiada

del tímido perfume de tus rosas.

 

A veces quise no soñar contigo,

y cuanto más quería más soñaba,

por tus versos que yo saboreaba,

tú el rico de poemas, yo el mendigo.

 

Pero yo no adivino lo que invento,

y nunca inventaré lo que adivino

del nombre esclavo de mi pensamiento.

 

Adivino que no soy tu contento,

que a veces me recuerdas, imagino,

y al írtelo a decir mi voz no siento.

 

Gloria Fuertes

17 de julio de 1917

Madrid

 

 

martes, 16 de julio de 2024

TODO LO QUE PUDO SER, AUNQUE HAYA SIDO

 


TODO LO QUE PUDO SER, AUNQUE HAYA SIDO

 

Todo lo que pudo ser, aunque haya sido,

jamás ha sido como fue soñado.

El dios de la mísera se ha encargado

de darle a la realidad otro sentido.

 

Otro sentido, nunca presentido,

cubre hasta el deseo realizado;

de modo que el placer aun disfrutado

jamás podrá igualar el inventado.

 

Cuando tu sueño se haya realizado

(difícil, muy difícil cometido)

no habrá sensación de haber triunfado.

 

Más bien queda en el cerebro fatigado

la oscura intuición de haber vivido

bajo perenne estafa sometido.

 

Reinaldo Arenas Fuentes

16 de julio de 1943

Holguin – Cuba

 

lunes, 15 de julio de 2024

DESTINO

 


DESTINO

 

Lo sabéis amigos

no volveremos más.

La virtud de la lluvia

se aniquila en los soles

y el viento entre las flores

se sumerge en la sangre de los toros.

Sólo los viejos vagabundos al morir

pueden saber quizá

el secreto de la hora derramada

y el porqué de la mujer húmeda en estío.

Pero nosotros no. No podemos volver.

Es imposible calavera mariposa

el tiempo entre la niebla seducido.

Somos nosotros mismos

el ritmo pereciente

y nuestro gesto

la invisible caracola de la muerte

primavera pura aniquilada

en incesantes mundos destruidos.

Nada más. Tan sólo eso.

Un levantar baldío de los brazos

para recoger el mar que se nos huye

pletórico de ahogados y de olvidos.

Un lamento también

y un querer crear agujeros

en el agua mansa de los recién nacidos.

Mientras os alejáis

cantando juventudes

yo permanezco aquí

mudo y atónito

como un muerto inmortal

soñando vida inmensa

y una antigua e inconcebible libertad.

No volveremos más.

Es cierto amigos.

Atardece.

La estatua el árbol la hormiga

y esta pena mía tan hermosa

se confunden en la mente ignorada de las manos.

35 segundos han pasado en mi reloj de Pulsera.  

 

Miguel Labordeta

16 de julio de 1921

Zaragoza

CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS

 


CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS

 

Nos han contado  a todos

cómo eran los crepúsculos

de hace noventa o novecientos años

 

cómo el primer disparo los arrepentimientos

echaban a volar como palomas

cómo hubo siempre trenzas que colgaban

un poco sucias pero siempre hermosas

cómo los odios eran antiguos y elegantes

y en su barbaridad venturosa latían

cómo nadie moría de cáncer o de asco

sino de tisis breves o de espinas de rosa

 

otro tiempo otra vida otra muerte otra tierra

donde los pobres héroes iban siempre a caballo

y no se apeaban ni en la estatua propia

 

otro acaso otro nunca otro siempre otro modo

de quitarle a la hembra su alcachofa de ropas

 

otro fuego otro asombro otro esclavo otro dueño

que tenia el derecho y además del derecho

la propensión a usar sus látigos sagrados

abajo estaba el mundo

abajo los de abajo

los borrachos de hambre

los locos de miseria

los ciegos de rencores

los lisiados de espanto

 

comprenderán ustedes que en esas condiciones

eran imprescindibles los puentes levadizos.

 

Mario Benedetti

Cuadro: El puente levadizo de Vincent Van Gogh

AQUÍ TE AMO

 


AQUÍ TE AMO

 

Aquí te amo.

En los oscuros pinos se desenreda el viento.

Fosforece la luna sobre las aguas errantes.

Andan días iguales persiguiéndose.

 

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.

Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.

A veces una vela. Altas, altas estrellas.

 

O la cruz negra de un barco.

Solo.

A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.

Suena, resuena el mar lejano.

Este es un puerto.

Aquí te amo.


Aquí te amo y en vano e oculta el horizonte.


Te estoy amando aún entre estas frías cosas.


A veces van mis besos en esos barcos graves,


que corren por el mar hacia donde no llegan.

 

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.


Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.


Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.


Amos lo que no tengo. Estás tú tan distante.


 

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.


Pero la noche llega y comienza a cantarme.


La luna hace girar su rodaje de sueño.

 

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.



Y como yo te amo, los pinos en el viento,


quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.


 

Pablo Neruda

12 de julio de 1904

Parral – Chile

viernes, 12 de julio de 2024

LA DULCE BOCA QUE A GUSTAR CONVIDA...



LA DULCE BOCA QUE A GUSTAR CONVIDA…

 

La dulce boca que a buscar convida

un humor entre perlas destilado,

y a no envidiar aquel licor sagrado

que a Júpiter ministra el garzón de Ida,

 

amantes, no toquéis, si queréis vida;

porque entre un labio y otro colorado

Amor está, de su veneno armado,

cual entre flor y flor sierpe escondida.

 

No os engañen las rosas, que la Aurora

diréis que, aljofaradas y olorosas,

se le cayeron del purpúreo seno;

 

¡manzanas son de Tántalo, y no rosas,

que después huyen del que incitan ahora,

y sólo del Amor queda el veneno!

 

Luis de Góngora

11 de julio de 1561

Córdoba

 

 


DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA DE LA VIDA

 


DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA DE LA VIDA

 

Menos solicitó veloz saeta

destinada señal, que mordió aguda;

agonal carro por la arena muda

no coronó con más silencio meta,

 

que presurosa corre, que secreta

a su fin nuestra edad. A quien lo duda,

fiera que sea de razón desnuda,

cada sol repetido es un cometa.

 

¿Confiésalo Cartago y tu lo ignoras?

Peligro corres, Licio, si porfías

en seguir sombras y varar engaños.

 

Mal te perdonarán a ti las horas;

las horas, que limando están los días,

los días, que royendo están los años.

 

Luis de Góngora

11 de julio de 1561

Córdoba

martes, 9 de julio de 2024

UN POEMA DE AMOR

 


UN POEMA DE AMOR

 

No sé. Lo ignoro.

Desconozco todo el tiempo que anduve

sin encontrarla nuevamente.

¿Tal vez un siglo? Acaso.

Acaso un poco menos: novena y nueve años.

¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma

un tiempo enorme, enorme, enorme.

Al fin como una rosa súbita,

repentina campánula temblando,

la noticia.

Saber de pronto

que iba a verla otra vez, que la tendría

cerca, tangible, real, como en los sueños.

¡Qué trueno sordo

rodándome en las venas,

estallando allá arriba

bajo mi sangre, en una

nocturna tempestad!

¿Y el hallazgo, en seguida? ¿Y la manera

que nadie comprendiera

que esa es nuestra propia manera?

Un roce apenas, un contacto eléctrico,

un apretón conspirativo, una mirada,

un palpitar del corazón

gritando, aullando con silenciosa voz.

Después

(Ya lo sabéis desde los quince años)

ese aletear de las palabras presas,

palabras de ojos bajos,

penitenciales,

entre testigos enemigos,

todavía

un amor de “lo amo”

de “usted”, de “bien quisiera”,

pero es imposible…” de “no podemos,

no, piénselo usted mejor…”

es un amor así,

es un amor de abismo en primavera,

cortés, cordial, feliz, fatal.

La despedida, luego,

genérica,

en el turbión de los amigos.

Verla partir y amarla como nunca;

seguirla con los ojos,

y ya sin ojos seguir viéndola lejos,

allá lejos, y aún seguirla

más lejos todavía,

hecha de noche,

de mordedura, beso, insomnio,

veneno, éxtasis, convulsión,

suspiro, sangre, muerte…

Hecha

de esa sustancia conocida

con que amasamos una estrella.  

 

Nicolás Guillén

10 de julio de 1902

Camagüey (Cuba)

lunes, 8 de julio de 2024

SERÉ TUYA SIN TI EL DÍA QUE LOS SUEÑOS...

 


SERÉ TUYA SIN TI EL DÍA QUE LOS SUEÑOS…

 

 

Seré tuya sin ti el día que los sueños

alejen de mi senda tu mente creadora,

el día que tu sed

no pueda limitarse al hueco de mis manos.

 

¡Seré tuya aún sin ti! Dejaré de merecerte

en la cuna encendida que tejieron mis besos.

Se borrará en tus labios la forma de los míos,

y el cielo de tu vida

tendrá un color distinto al de mi corazón.

 

Pero sabré ser tuya sin nublar tu camino

con la huella indecisa de mi andar solitario.

Me ceñiré a tu sombra, y anudada por ella,

te iré dando en silencio lo más puro de mí.

 

¡Con qué amarga dulzura repetiré, ya sola,

esos gestos antiguos que pulió tu mirada!

Me seguirás teniendo igual que me quisiste

y acunaré en secreto tu amor eternizado.

 

Ernestina de Champourcin

10 de julio de 1905 

Vitoria

sábado, 6 de julio de 2024

IR Y VENIR DE TODAS LAS MEMORIAS

 


IR Y VENIR DE TODAS LAS MEMORIAS

 

 

Ir y venir de todas las memorias

que el alma, olvidadiza, desenreda;

verse hombre solo, antiguo y solo, errante;

ver que todos los tiempos están cerca.

 

De un golpe, como hermosos corazones,

yacen los capiteles en la hierba

y encuentran hecha luz como un milagro

la flor silvestre de la primavera.

 

Se hace el acanto vegetal y tierno;

el hombre lo acaricia y algo tiembla

debajo de su mano; le parece

que un cuerpo estremecido se despierta.

 

¿Puede latir la sangre por los pulsos

ante la soledad de esa belleza

cuando todo se para en un intento

de detener la dicha verdadera?

 

Llueve un poco, tímidamente llueve;

brilla el mármol, el árbol de la piedra;

por un instante sólo, esta columna

alcanza con sus hojas las estrellas,

 

que están, que van a estar, que acaso miran,

que mirarán desde su noche eterna

el desamparo de los que caminan

sin amor por la sombra de la tierra.

 

José García Nieto

6 de julio de 1914

Madrid

jueves, 4 de julio de 2024

JUEVES

 

 


JUEVES

 

Cogí un recuerdo para soportar la fatiga,

pasé la página de mi libreta

y escribí: te amo.

Pero era para no enseñar a todos mi puñal.

(Váyanse a la madre que los parió,

ustedes quieren regalarnos

una sentencia de muerte,

ustedes nada saben del hombre;

métanme presa,

no importa:

pintaré en las paredes de la cárcel!)

 

Así ha pasado el jueves.

Huí al campo,

pero no era como lo hizo Van Gogh:

llovía,

los pájaros se fusilaban unos a otros;

la tarde sirviendo qué postal estupefacta.

En fin, no queda otro remedio

y vine para casa.

Aquí arden los rincones

y no ha llegado la orden de alzamiento,

los mosaicos de mármol forman luto,

ponen la radio,

no ha teléfono para comunicarse con el absurdo,

guisan lentejas,

me desnudo.

Comprendo que es jueves,

entonces salgo.

Los ómnibus están llenos, camino

sonambulescamente,

fracaso en un semáforo;

aunque eso sí me da la noche con sus astros,

y cuando iba a sonreír

por casualidad

o porque Dios nos tiene siempre asco:

apareces

como un personaje de Deschau.

Te articulas a mi podredumbre,

el tedio entumece las corbatas,

el hambre se te ha vuelto una tira ignominiosa.

Por venganza,

en un descuido,

te adornas con el hueso

de tu hombro poliomielítico.

Verdad que es jueves,

que hay que orinar contra las ceibas.

Montamos el mismo cerdo de tortura,

tenemos la exacta humildad de locos atropellados,

te miro flamear sobre la mesa del café;

debajo duermes.

Ya no te pareces al as de bastos,

tiemblo,

nace el vino,

das un tropiezo con mi tristeza

y vuelves los ojos al humo sin desquite.

(¡Amor mío: vamos a suicidarnos!)

De pronto el crepúsculo suelta un arcoiris

y mordemos la vida.

No sé qué más ocurre

aparte del jueves.

Me pones en un automóvil

con la misma ternura que comemos peces en el almuerzo

y quizás me he muerto cuando das ordenes:

llévela a su casa; vive en la otra cuadra de mi suerte.

 

Luego se me tupe la pluma con esta lágrima.

 

Carilda Oliver Labra

6 de julio de 1922

Matanzas - Cuba

 

 

miércoles, 3 de julio de 2024

UN SUEÑO

UN SUEÑO

 

Salones que cruzamos con timidez,

un centenar de rostros que desconocemos…

Con lentitud, una tras otra,

las luces palidecen.

 

Allí cuando su brillo se hace gris

cuando se ciega con el atardecer,

un rostro me parece familiar,

la memoria del amor encuentra

conocidos los rostros

que antes fueron extraños.

 

Oigo nombres de padres,

hermanos, camaradas,

así como de héroes, de mujeres, poetas

que yo reverencié cuando muchacho.

Pero ninguno de ellos 

me concede siquiera una mirada.

 

Como las llamas de una vela

se desvanecen en la nada

dejan en el entristecido corazón

sonidos de poemas olvidados,

oscuridad, lamentos en torno

de los días ya encauzados

en leyenda y en sueño

de una luz disfrutada alguna vez.

 

Hermann Hesse

2 de julio de 1877

Calw – Alemania