VINE
Vine con el deseo de
querer a las gentes
y me han ido secando mi raíz
generosa.
Entre turbias lagunas
bogar veo a la Vida.
Deja estelas de fango, al
pasar, cada rosa…
Y hablo así, yo que he
sido vencedora en mi mundo,
porque pude vencerme y
vencer a deseo.
Pero no me he querido
engañar inventándome
una imagen equívoca. Me forjé
en cuanto veo…
No desierto a una hora que
no traiga consigo,
en un sordo silencio, una queja
enganchada.
Tiene el alma un oído que
la escucha y la siente
y recibe esta queja con la
pena doblada…
Concha Méndez
27 de julio de 1898
Madrid
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