DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA DE LA VIDA
Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió
aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio
meta,
que presurosa corre, que
secreta
a su fin nuestra edad. A quien
lo duda,
fiera que sea de razón
desnuda,
cada sol repetido es un
cometa.
¿Confiésalo Cartago y tu
lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si
porfías
en seguir sombras y varar engaños.
Mal te perdonarán a ti las
horas;
las horas, que limando están
los días,
los días, que royendo
están los años.
Luis de Góngora
11 de julio de 1561
Córdoba
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