viernes, 17 de mayo de 2024

LA MESA DE LA ESCUELA

 


LA MESA DE LA ESCUELA

 

Apoya tus dos manos en la mesa

de pino y di si todavía

no se puebla de pájaros su rama,

si un aire azul y libre no la inclina.

 

No envejece ese árbol,

no muere nunca esa madera antigua

sobre la que colocas diariamente

un poquito de patria estremecida.

 

Por ella pasan ríos

que le dan nueva vida,

cordilleras que ponen en su fronda

invisible altas brisas,

 

mares que dejan conchas

y espuma por su orilla

y oscuros minerales que recorren

detrás de ella hondas galerías.

 

Las raíces del árbol que es tu mesa,

como las de los robles, las encinas,

los olivos, los chopos

de la tierra que miras

 

por la ventana de la clase, agarran

su garfio al corazón de España misma,

le dan la vuelta, muerden

en su carne amarilla,

 

en su carne reseca

que cruje como un pan, su carne de ceniza

que suena a antiguos muertos, en su roja

carne de fresca y pura y nueva arcilla.

 

Se ve desde las ramas de tu árbol

cómo la patria un dulce hombro reclina

y en sus paisajes sueña. De un mar a otro

mar cruza una gaviota y la acaricia.

 

Toda España se ve desde tu mesa o árbol.

Y yo he visto también a la alegría

saltar, pequeño pájaro que luego

persiguen escopetas de ignominia.

 

Leopoldo de Luis

11 de mayo de 1918 

Córdoba

 

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