DOLOR HUMANO
Aquí en mi jaula
estoy, con mi jauría
famélica. El escaso
nutrimento
de mi carne no sirve
de sustento
a la voracidad en
agonía
de este tropel
devorador que ansía
mi cotidiano
despedazamiento
y que ataraza, en
busca de alimento,
mis huesos
triturados, noche y día.
Pero no me lamento;
no podría
dolerme yo, Señor, de
mi tormento
junto a tu cruz, que
blasfemar sería.
Múltiple fue tu compadecimiento,
--por todos tu sufrir-…
y en mi agonía
no cabe más dolor que
el que yo siento.
Juan José Domenchina
18 de mayo de 1898
Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario
poesia