PRESENTACIÓN DEL POEMARIO
ALAS DE GOLONDRINA de Gloria Gómez Candanedo
Escribir
es un mandato social, publicar un libro de poesía representa un compromiso y
presentarlo en sociedad una fiesta. Al publicar un poemario se hace público,
comunitario un proceso que no puede ser individual, pasando a pertenecer al
comunitario vuelo grupal y, en ese gesto de amor los libros conversan entre sí.
No es
fácil entregarse a la poesía para que Ella nos trabaje, descubra los secretos
anhelos, descifre los enigmas humanos o denuncie la injusticia social. No es
sencillo soportar la incertidumbre de leer o la incertidumbre de escribir y
publicar. Tal vez por ello, sin saberlo, la poeta haya elegido como cuadro de
portada un lienzo de Menassa así titulado “Incertidumbre”.
El
poemario se publica en la Editorial Grupo Cero, dentro de la colección Poesía
2001, algo germina en cada generación de poetas, que la Poesía dictaminará como
verdadera historia de los pueblos. Si, Gloria Gómez es una poeta del pueblo,
los antecedentes la sostienen desde el principio con versos de Miguel Oscar
Menassa fundador y director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero,
a la que pertenece Gloria desde el 2010.
El libro
es un tríptico temporal, no espacial. Hay un tiempo lógico en su exposición, un
primer instante de ver, un segundo tiempo de comprender y el momento de
concluir; momentos de concluir el instante de ver del tiempo de comprender…. Y
esto sucede en sus tres libros publicados, donde un tiempo científico articula:
un instante de ver “Nombre de mujer” su primer libro, como coautora, con un
tiempo de comprender en “Caminante” su segundo poemario y en un tercer momento
de concluir en “Alas de Golondrina” se abrocha con su nombre de mujer: Gloria.
La poeta
dedica sus versos a quién ya no está, a quién nunca estuvo y, a quién estando
condenada a nunca estar, puso nombre y apellidos pues la poesía resucita a los
vivos y recuerda lo nacido: hijos, padres, amores o compañeros, porque sabemos
que un hombre, una mujer siguen vivos en el recuerdo si el poeta los nombra.
Vicente
Aleixandre apadrina el segundo apartado de quien rescata: para quién escribo,
para todos escribo, para los que no me leen sobre todo escribo. Uno a uno, y la
muchedumbre. La poeta en su formación aprendió a caer y levantarse, hacer el
amor con palabras y escuchar para hablar escribiendo. Así hoy nos dice: “… esta
vez no olvidaré alumbrar mi propio designio, no lo olvidaré”.
El poema
“UN DIA NORMAL”, representa de manera sublime por su sencillez y precisión la
poesía social que acompaña su decir poético entre guerras, electrodos en lugar
de palabras, miradas sin chispa, maltratos por mujer o por poeta.
Y entre
tanta normalidad, Gloria nos muestra que es desde el tercero que se anudan el
uno y el dos, así el tercer apartado del libro es una productiva conversación
con otros poetas y asesorada por la maestría que late en la pluma de Gioconda
Belli, ubica un primer punto final, ahora Ella puede más que su pasado y
dejándose llevar un papel en blanco se postra esta tarde, se deja ondear por el
viento aparentemente apacible, invita a cincelar otra página para la historia
de los pueblos, vibra y se deshace entre los dedos mostrando señales.
Si es
cierto que el trabajo nos trabaja, podemos asegurar que la poeta Gloria Gómez
en estos casi tres últimos lustros es un efecto, un producto de la poesía. Y
diría más es un producto Grupo Cero, es decir poesía y psicoanálisis, que se puede
leer en los conceptos científicos que atraviesan su poesía, su pertenencia y su
quehacer: Más de 130 poemas editados en los 3 poemarios publicados, más de 200
poetas difundidos en las redes sociales, docenas de participaciones en
recitales y colaboraciones en revistas o presentaciones de libros, son algunos
ejemplos del trabajo que trabaja a la autora que hoy la poesía nos autoriza a
leer.
Leyendo el
libro, los tres apartados citados sostienen la estructura del poemario como un
tiempo poético, un tiempo que no es lineal ni cronológico, sino un tiempo con
paréntesis, con dobles espacios, con saltos, con denuncias, con destinatarios,
es decir, el tiempo del alma poética, un tiempo inconsciente que utiliza como
materia prima las vivencias de la autora o los recuerdos y es trabajado con las
precisas herramientas de la lectura de otros poetas produciendo como efecto los
poemas.
Para
puntuar la presentación, felicitar a Gloria, he sido testigo en estos años de
tu empeño en aprehender y crecer en la dirección de tu deseo. Estoy orgulloso
de tu trabajo, permanencia y algo emocionado, por el silencio abrumador de la
huida y el dolor en la sien transformada en poesía.
¡¡Hoy aquí hubo poesía y hay
poeta!!
En la Biblioteca Central de Alcalá
de Henares, a 17 de octubre de 2024
Carlos Fernández del Ganso
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