IDILIO EN EL CAFÉ
Ahora me pregunto si es
que toda la vida
hemos estado aquí. Pongo,
ahora mismo,
la mano ante los ojos –qué
latido
de la sangre en los
párpados- y el vello
inmenso se confunde,
silencioso,
a la mirada. Pesan las
pestañas.
No sé bien de qué hablo.
¿Quiénes son,
rostros vagos nadando como
en un agua pálida,
éstos aquí sentados, con
nosotros vivientes?
La tarde nos empuja a
ciertos bares
o entre cansados hombres
en pijama.
Ven. Salgamos fuera. La
noche. Queda espacio
arriba, más arriba, mucho
más que las luces
que iluminan a ráfagas tus
ojos agrandados.
Queda también silencio
entre nosotros,
silencio
y este beso igual que un largo
túnel.
Jaime Gil de Biedma
13 de noviembre de 1929
Barcelona
No hay comentarios:
Publicar un comentario
poesia