jueves, 6 de febrero de 2025

¡CÓMO MENGUA MI PROPIA ARQUITECTURA...

 


¡CÓMO MENGUA MI PROPIA ARQUITECTURA…

 

¡Cómo mengua mi propia arquitectura

saber que no te tengo contenido,

y sentir el querer disminuido,

disminuyendo mi inicial postura!

 

Yo quisiera vivirme en piedra dura

gigante de mi mal, en el olvido,

aunque llorara con dolor crecido

en oculto raudal, mi desventura,

 

que vale más querer y haber perdido

y poder reclamar como alimento

el parco grano del tronchado trigo,

 

que pasar la vida sin amigo

levantando murallas contra el viento

en un alarde de valor fingido.

 

Marina Romero

5 de febrero de 1908

Madrid

martes, 4 de febrero de 2025

EXPOSICIÓN DE PINTURA DE Carlos Fernández del Ganso


              Exposición de Pintura en la Sala de Exposiciones 
"Quinta de Cervantes" de Alcalá de Henares
Autor: Carlos Fernández del Ganso
Del 7 al 23 de febrero de 2025

 

MIENTRAS DESCIENDE EL SOL

 


MIENTRAS DESCIENDE EL SOL

 

Mientras desciende el sol, lento como la muerte,

observas a menudo esa calle donde está la escalera

que conduce a la puerta de tu guarida. Dentro

se encuentra un hombre pálido, cumplida ya, remota

la mitad de su edad; fuma y se asoma

hacia la calle desviada; sonríe solitario

a este lado de la ventana, la famosa frontera.

 

Tú eres ese hombre; una hora larga llevas

viendo tus propios movimientos

pensando desde fuera, con piedad,

las ideas que en el papel pacientemente depositas;

escribiendo, como fin de una estrofa,

que es muy penoso ser, así, dos veces,

el pensarse pensando,

la vorágine sinuosa de mirar la mirada,

como un juego de niños que tortura, paraliza, envejece.

 

La tarde, casi enferma de tan lejana,

se sumerge en la noche

como un cuerpo harto ya de fatiga, en el mar, dulcemente.

Cruzan aves aisladas el espacio de color indeciso

y, allá al final, algunos caminantes pausados

se dejan agostar por la distancia; entonces

el paisaje parece un tapiz misterioso y sombrío.

 

Y comprendes, despacio, sin angustia,

que esta tarde no tienes realidad, pues a veces

la vida se coagula y se interrumpe, y nada entonces

puedes hacer contra ello, más que sufrir un sufrimiento,

desorientado y perezoso, una manera de dolor marchito,

y recordar, prolijamente,

algunos muertos que fueron desdichados.  

 

Félix Grande

4 de febrero de 1937

Mérida (Badajoz)



domingo, 2 de febrero de 2025

TODO SE IBA...



TODO SE IBA…

 

Había mujeres débiles,

y además mujeres fáciles

y mujeres fatales

que lloraban gritaban sollozaban

delante de hombres de paja

que ardían.

Niños extraviados corrían por calles en ruinas

muy pálidos al saber que nunca más volverían a encontrarse.

Y jefes de familia

que ya no distinguían el suelo del techo

revoloteaban de un piso al otro

en una lluvia de felpudos de lámparas de cucharillas y de plumones.

Todo se iba

La ciudad se desmoronaba

bullía

se desmenuzaba

y giraba sobre sí misma

sin que pareciera moverse.

Unos cerdos negros cegados

en la súbita oscuridad

de una pocilga moderna en desuso

galopaban.

La ciudad se iba

sudando sangre y agua

envases de gas reventados.

Los que sólo soñaron en heridas y golpes

se despertaban

decapitados

habiendo perdido peines y cepillos

y otras cositas mundanas.

Una boda muy negra muerta de pie

desde el padrino hasta los novios

conservaban un equilibrio de ceniza petrificada

frente a un fotógrafo

torrado aterrado.

Ruinas recientes totalmente nuevas

homenaje de guerra

juegos de rompecabezas

ganancias y pérdidas

leña y carbón.

En lo que quedaba de una casa de obreros

una tortilla abandonada

colgaba como ropa vieja

sobre un ventanal roto

y en las migajas de un viejo lecho calcinado mezcladas con

             el serrín gris de un armario volatilizado

la carne humana se incorporaba al asado de carne comestible.

 

En  las bambalinas del progreso

hombres íntegros proseguían integralmente la desintegración

            progresiva de la materia viva

desamparada.   

 

Jacques Prevert

4 de febrero de 1900


MUDO QUE ROMPE A HABLAR

 


MUDO QUE ROMPE A HABLAR

 

He querido expresarme.

Toda mi vida he querido expresarme.

No tengo otro destino, otro afán, otra ley.

 

Fui actos sucesivos

y el olvido que destilaban

los corroía a ellos y a mí.

 

Sobre los actos fui palabras

y ellas buscaban una lumbre

que no me calentaba a mí.

 

Palabras y actos juntos

nada son sin placer del cuerpo.

 

Ahora regreso de esa vida umbría

buscando siempre calor de mujer.

Palabras y actos sólo allí me expresan.

 

Tu piel junto a mi piel, eso es lenguaje.

 

Todo cuanto pretenda enmudecerlo

maldito sea.

 

 

Félix Grande

4 de febrero de 1937

Mérida (Badajoz)