¡CÓMO MENGUA MI PROPIA
ARQUITECTURA…
¡Cómo mengua mi
propia arquitectura
saber que no te tengo
contenido,
y sentir el querer
disminuido,
disminuyendo mi
inicial postura!
Yo quisiera vivirme
en piedra dura
gigante de mi mal, en
el olvido,
aunque llorara con
dolor crecido
en oculto raudal, mi
desventura,
que vale más querer y
haber perdido
y poder reclamar como
alimento
el parco grano del
tronchado trigo,
que pasar la vida sin
amigo
levantando murallas
contra el viento
en un alarde de valor
fingido.
Marina Romero
5 de febrero de 1908
Madrid
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