TORPEDO
Hablaba un diputado
en el Congreso
de Lima, Quito, Bogotá
o Santiago
pues fiel memoria de
lugares no hago
y nada importa el
sitio del suceso.
-Si queréis gloria,
libertad, progreso,
a Roma contemplad. Mirad
que estrago
causa el puñal de un
Bruto dando en pago
de tiranía vil muerte
a un obseso.
¡Y Roma se salvó! Mas
un tunante
de aquellos que en la
barra echan venablos
gritó, del
aguardiente en los eructos:
esa es grilla, señor
preopinante.
Si un bruto salvó a
Roma, ¿cómo diablos
No salvan a esta
patria tantos brutos?
Ricardo Palma
7 de febrero de 1833
Lima - Perú
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