lunes, 17 de febrero de 2025

CONFESIÓN

 

CONFESIÓN

 

¿No ves? Yo soy la angustia, la perversa inquietud.

Sacudo brutalmente tu vida suave y quieta.

En tu remanso claro

soy la dura tormenta,

que todo lo empuja, lo azota, y los arrasa:

soy así de mal ¡aunque no lo quiera!

 

Tengo algunos días de extraña dulzura.

Florezco lo mismo que una Primavera,

y soy simple y dócil, y sumisa y riente,

y apacible y buena.

Me torno alegre y pura,

y sencilla, como cuando era pequeña.

En estos días luminosos

todas las horas son serenas.

Pero esto pasa pronto… pero esto pasa pronto…

Hay un fuego que corre por mis venas,

y reduce a ceniza mis mejores deseos

y mis alas ligeras.

 

 

--Las alas que me ascienden, victoriosas,

hasta las nubes y las claras estrellas--.

La inquietud es entonces

mi sola compañera,

y una fuerza misteriosa me tortura,

me rinde, me aniquila, me doblega,

y es cuando sufro, y grito, y lloro, y rujo,

y soy salvaje lo mismo que una fiera.

En estos días sombríos

todas las horas son negras.

 

¡Y qué quieres! Ya siempre seré así:

complicada, enigmática y compleja,

y he de sembrar en todos tus caminos

simientes de tristeza.

Amado: no me busques sensible, mi amante,

déjame quieta,

hundida en este piélago insondable

de mi existencia.

 

Son ásperas mis manos, marchitas de cansancio,

y las tuyas son finas, nevadas azucenas…

 

Ana María Martínez Sagi

16 de febrero de 1907

Barcelona

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