AUTOCINE
Se lee en la pantalla: sólo para ti.
La función empezaría siempre que te duermes
si no fuera porque, a veces, felizmente la pierdes.
Vienes al cine solo
como lo estás en la pantalla
tus encuentros en ella con la primera actriz
aunque fatales no agregan
su nombre a la falacia del reparto:
tú mismo haces todos los papeles.
Igual, será la última vez que trabajemos juntos.
La angustia que te despierta tiene un aire de falsedad-
Desistes de anotar en tu cuaderno de sueños
esa cosa de nada que llenaría cien páginas
el análisis para qué
una interpretación de rutina.
Enrique Lihn
3 de septiembre de 1929
Santiago de Chile (Chile)
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