lunes, 30 de septiembre de 2024

INCIDENTE DOMÉSTICO

 


INCIDENTE DOMÉSTICO

 

Traza la niña toscos garrapatos,

de escritura remedo,

me los presenta y dice

con un mohín de inteligente gesto:

 

“¿Qué doce aquí, papá?”

 

Miro unas líneas que parecen versos.

“¿Aquí?” “Sí, aquí; lo he escrito yo; ¿Qué dice?

Porque yo no sé leerlo…”

“¡Aquí no dice nada!”, le contesté al momento.

 

“¿Nada?”, y se queda un rato pensativa

-o así me lo parece, por lo menos,

pues ¿está en los demás o está en nosotros

eso a que damos en llamar talento?-.

 

Luego, reflexionando, me decía:

¿Hice bien revelándole el secreto?

-no el suyo ni el de aquellas toscas líneas,

el mío, por supuesto-.

 

¿Sé yo si alguna musa misteriosa,

un subterráneo genio,

un espíritu errante que a la espera

para encarnar está de humano cuerpo,

no le dictó esas líneas

de enigmáticos versos?

 

¿Sé yo si son la gráfica envoltura

de un idioma de siglos venideros?

¿Sé yo si dicen algo?

¿He vivido yo acaso de ellas dentro?

 

No dicen más los árboles, las nubes,

los pájaros, los ríos, los luceros…

¡No dicen más y nos lo dicen todo!

¿Quién sabe de secretos?

 

Miguel de Unamuno

29 de septiembre de 1864

Bilbao

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