QUIZÁ EL AMOR ES SIMPLEMENTE ESTO…
Quizá el amores
simplemente esto:
entregar una mano a otras
dos manos,
olfatear una dorada nuca
y sentir que otro cuerpo
nos responde en silencio.
El grito y el dolor se
pierden, dejan
solo las huellas de sus
negros rebaños,
y nada más nos queda este
presente eterno
de renovarse entre unos
brazos.
Maquina la frente
tortuosos caminos
y el corazón con
frecuencia se confunde,
mientras las manos, en su
sencillo oficio,
torpes y humildes siempre
aciertan.
En medio de la noche alza
su queja
el desamado, y a las
estrellas mezcla
en su triste destino.
Cuando exhausto baja los
ojos, ve otros ojos
que infantiles se miran en
los suyos.
Quizá el amor sea
simplemente eso:
el gesto de acercarse y
olvidarse.
Cada uno permanece siendo
él mismo,
pero hay dos cuerpos que
se funden.
Qué locura querer forzar
un pecho
o una boca sellada.
Cerca del ofuscado, su
caricia otro pecho exige,
otros labios, su beso,
su natural deleite otra
criatura.
De madrugada, junto al
frío,
el insomne contempla sus
inusadas manos:
piensa orgulloso que todo
allí termina;
por sus sienes las
lágrimas resbalan…
Y sin embargo, el amor
quizá sea sólo esto:
olvidarse del llanto, dar
de beber con gozo
a la boca que nos da,
gozosa, su agua;
resignarse a la paz
inocente del tigre;
dormirse junto a un cuerpo
que se duerme.
Antonio Gala
2 de octubre 1930
Brazatortas (Ciudad Real)
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