miércoles, 29 de mayo de 2024

LA CARICIA PERDIDA

 


LA CARICIA PERDIDA

 

 

Se me va de los dedos la caricia sin causa,

se me va de los dedos… en el viento, al pasar,

la caricia que vaga sin destino ni objeto,

la caricia perdida ¿quién la recogerá?

 

Pude amar esa noche con piedad infinita,

pude amar al primero que acertara a llegar.

Nadie llega. Están solos los floridos senderos.

La caricia perdida, rodará… rodará…

 

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,

si estremece las ramas un dulce suspirar,

si te oprime los dedos una mano pequeña

que te toma y te deja, que te logra y se va.

 

Si no ves esa mano, ni la boca que besa,

si es el aire quien teje la ilusión de besar,

oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,

en el viento fundida ¿me reconocerás?

 

Alfonsina Storni

29 de mayo de 1892

Sala Capriasca (Suiza)

 

martes, 28 de mayo de 2024

PÉTALOS (QUIERO BESARTE LA RISA)

 

PÉTALOS

(QUIERO BESARTE LA RISA)

 

 

Quiero besarte la risa

y sus notas cristalinas;

colgándome de los labios

parecerán campanillas;

quiero besarte la luz

que brota en tus pupilas.

¿Cómo será fría o cálida?

¿Lo mismo que cuando miras?

Sueño mi beso estuviera

lejos del radio en que gira

lo que es, pues yo quisiera

bajo la noche tranquila

besarte lo que ninguno

hasta hoy te besaría.

 

Josefina Romo Arregui

27 de mayo de 1907

Madrid

lunes, 27 de mayo de 2024

MEDITACIÓN EN EL UMBRAL

 


MEDITACIÓN EN EL UMBRAL

 

 

No, no es la solución

tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy

ni apurar el arsénico de Madame Bovary

ni aguardar en los páramos de Ávila la visita

del ángel con venablo

antes de liarse el manto a la cabeza

y comenzar a actuar.

Ni concluir las leyes geométricas, contando

las vigas de la celda de castigo

como lo hizo Sor Juana. No es la solución

escribir, mientras llegan las visitas,

en la sala de estar de la familia Austen

ni encerrarse en el ático

de alguna residencia de la Nueva Inglaterra

y soñar, con la Biblia de los Dickinson,

debajo de una almohada de soltera.

 

Debe haber otro modo que no se llame Safo

ni Mesalina ni María Egipciaca

ni Magdalena ni Clemencia Isaura.

 

Otro modo de ser humano y libre.

 

Otro modo de ser.

 

Castellanos, Rosario

25 de mayo de 1925

Ciudad de Mexico

 

sábado, 25 de mayo de 2024

AGONÍA FUERA DEL MURO

 


AGONÍA FUERA DEL MURO

 

 

Miro las herramientas,

el mundo que los hombres hacen, donde se afanan,

sudan, paren, cohabitan.

 

El cuerpo de los hombres prensado por los días,

su noche de ronquido y de zarpazo

y las encrucijadas en que se reconocen.

 

Hay ceguera y el hambre los alumbra

y la necesidad, más dura que metales.

 

Sin orgullo (¿qué es el orgullo? ¿Una vértebra

que todavía la especie no produce?)

los hombres roban, mienten,

como animal de presa olfatean, devoran

y disputan a otro la carroña.

 

Y cuando bailan, cuando se deslizan

o cuando burlan una ley o cuando

se envilecen, sonríen,

entornan levemente los párpados, contemplan

el vacío que se abre en sus entrañas

y se entregan a un éxtasis vegetal, inhumano.

 

Yo soy de alguna orilla, de otra parte,

soy de los que no saben ni arrebatar ni dar,

gente a quien compartir es imposible.  

 

No te acerques a mí, hombre que haces el mundo,

déjame, no es preciso que me mates.

Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren

de algo peor que vergüenza.

Yo muero de mirarte y no entender.

 

Castellanos, Rosario

25 de mayo de 1925

Ciudad de Mexico

viernes, 24 de mayo de 2024

ASUNCIÓN DE TI - 3


 

ASUNCIÓN DE TI

3

Puedes querer el alba

cuando ames.

Puedes

venir a reclamarte como eras.

He conservado intacto tu paisaje.

Lo dejaré en tus manos

cuando éstas lleguen, como siempre,

anunciándote.

Puedes

venir a reclamarte como eras.

Aunque ya no seas tú.

Aunque mi voz te espere

sola en su azar

quemando

y tu dueño sea eso y mucho más.

Puedes amar el alba

cuando quieras.

Mi soledad ha aprendido a ostentarte.

Esta noche, otra noche

tú estarás

y volverá a gemir el tiempo giratorio

y los labios dirán 

esta paz ahora esta paz ahora.

Ahora puedes venir a reclamarte,

penetrar en tus sábanas de alegre angustia,

reconocer tu tibio corazón sin excusas,

los cuadros persuadidos,

saberte aquí.

Habrá para vivir cualquier huida

y el momento de la espuma y el sol

que aquí permanecieron.

Habrá para aprender otra piedad

y el momento del sueño y el amor

que aquí permanecieron.

Esta noche, otra noche

tú estarás,

tibia estarás al alcance de mis ojos,

lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.

He conservado intacto tu paisaje

pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,

sin que tú le prometas horizontes de niebla,

sin que tú le reclames su ventana de arena.

Puedes querer el alba cuando ames.

Debes venir a reclamarte como eras.

Aunque ya no seas tú,

aunque contigo traigas

dolor y otros milagros.

Aunque seas otro rostro

de tu cielo hacia mí.

 

Mario Benedetti

Cuadro: "El conservatorio" de Edouard Manet

jueves, 23 de mayo de 2024

ASUNCIÓN DE TI - 2

 


 ASUNCIÓN DE TI

2

Hemos llegado al crepúsculo neutro

donde el día y la noche se funden y se igualan.

Nadie podrá olvidar este descanso.

Pasa sobre mis párpados el cielo fácil

a dejarme los ojos vacíos de ciudad.

No pienses ahora en el tiempo de agujas,

en el tiempo de pobres desesperaciones.

Ahora sólo existe el anhelo desnudo,

el sol que se desprende de sus nubes de llanto,

tu rostro que se interna noche adentro

hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.


Mario Benedetti

Cuadro: "La anoche estrellada" de Vicent Van Gogh

miércoles, 22 de mayo de 2024

ASUNCIÓN DE TI -1

 


ASUNCIÓN DE TI

 

1

Quién hubiera creído que se hallaba

sola en el aire, oculta,

tu mirada.

Quién hubiera creído esa terrible

ocasión de nacer puesta al alcance

de mi suerte y mis ojos,

y que tú y yo iríamos, despojados

de todo bien, de todo mal, de todo,

a aherrojarnos en el mismo silencio,

a inclinarnos sobre la misma fuente

para vernos y vernos

mutuamente espiados en el fondo,

temblando desde el agua,

descubriendo, pretendiendo alcanzar

quién eras tú detrás de esa cortina,

quién era yo detrás de mí.

Y todavía no hemos visto nada.

Espero que alguien venga, inexorable,

siempre temo y espero,

y acabe por nombrarnos en un signo,

por situarnos en alguna estación

por dejarnos allí, como dos gritos

de asombro.

Pero nunca será. Tú no eres ésa,

yo no soy ése, ésos, los que fuimos

antes de ser nosotros.

Eras sí pero ahora

suenas un poco a mí.

Era sí pero ahora

vengo un poco de ti.

No demasiado, solamente un toque,

acaso un leve rasgo familiar,

pero que fuerce a todos a abarcarnos

a ti y a mí cuando nos piensen solos.

 

Mario Benedetti

Cuadro: "El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli

 

 

martes, 21 de mayo de 2024

DOLOR HUMANO

 


DOLOR HUMANO

 

 

Aquí en mi jaula estoy, con mi jauría

famélica. El escaso nutrimento

de mi carne no sirve de sustento

a la voracidad en agonía

 

de este tropel devorador que ansía

mi cotidiano despedazamiento

y que ataraza, en busca de alimento,

mis huesos triturados, noche y día.

 

Pero no me lamento; no podría

dolerme yo, Señor, de mi tormento

junto a tu cruz, que blasfemar sería.

 

Múltiple fue tu compadecimiento,

--por todos tu sufrir-… y en mi agonía

no cabe más dolor que el que yo siento.

 

Juan José Domenchina

18 de mayo de 1898

Madrid

LEYENDO A GLORIA FUERTES - ES INÚTIL

 


ES INUTIL

 

 

Inútil que a estas fechas

nos empiece a dar pena de la rosa y el pájaro,

inútil que encendamos velas por los pasillos,

inútil que nos prohíban nada,

no hablar por ejemplo,

comer carne,

beber libros,

bajarnos sin pagar en el tranvía,

querer a varios seres,

fumar yerbas

decir verdades,

amar al enemigo

inútil es que nos prohíban nada.

 

En los diarios vienen circulares,

papeles hay pegados en el la esquina

que prohíben comer pájaros fritos;

¡y no prohíben comer hombres asados,

con dientes de metralla comer hombres desnudos!

¿Por qué prohíben pájaros los mismos que consienten

ejecutar el séptimo y el quinto mandamiento?

Tampoco han prohibido los niños en la guerra

y se los sigue el hombre comiendo en salsa blanca

La “Protectora de animales” está haciendo el ridículo.

Tampoco han prohibido comer las inocentes pescadillas,

los tiernos y purísimos corderos,

las melancólicas lubinas,

las perdices,

y qué me dices

de Mariquita Pérez

que la compran abrigos de seiscientas pesetas

habiendo tanta niña sin muñeca ni ropa,

los enfermos trabajan,

los ancianos ejercen,

el opio en tal café puede comprarse

la juventud se vende,

todo esto está oficialmente permitido,

comprended y pensad nada se arregla con tener buenos sentimientos,

hay que tener arranque y ganas de gritar:

--Mientras haya guerras comeré pájaros fritos!

 

Gloria Fuertes

lunes, 20 de mayo de 2024

ÚLTIMA RIMA



ÚLTIMA RIMA

 

 

Yo he soñado en mis lúgubres noches,

en mis noches tristes de penas y lágrimas,

con un beso de amor imposible

sin sed y sin fuego, sin fiebre y sin ansias.

Yo no quiero el deleite que enerva,

el deleite jadeante que abrasa,

y me causan hastío infinito

los labios sensuales que besan y manchan.

 

¡Oh, mi amado!, ¡mi amado imposible!

Mi novio soñado de dulce mirada,

cuando tú con tus labios me beses,

bésame sin fuego, sin fiebre y sin ansias.

 

Dame el beso soñado en mis noches,

en mis noches tristes de penas y lágrimas,

que me deje una estrella en los labios

y un tenue perfume de nardo en el alma.

 

Juana Borrero

18 de mayo de l877

La Habana (Cuba)

viernes, 17 de mayo de 2024

LA MESA DE LA ESCUELA

 


LA MESA DE LA ESCUELA

 

Apoya tus dos manos en la mesa

de pino y di si todavía

no se puebla de pájaros su rama,

si un aire azul y libre no la inclina.

 

No envejece ese árbol,

no muere nunca esa madera antigua

sobre la que colocas diariamente

un poquito de patria estremecida.

 

Por ella pasan ríos

que le dan nueva vida,

cordilleras que ponen en su fronda

invisible altas brisas,

 

mares que dejan conchas

y espuma por su orilla

y oscuros minerales que recorren

detrás de ella hondas galerías.

 

Las raíces del árbol que es tu mesa,

como las de los robles, las encinas,

los olivos, los chopos

de la tierra que miras

 

por la ventana de la clase, agarran

su garfio al corazón de España misma,

le dan la vuelta, muerden

en su carne amarilla,

 

en su carne reseca

que cruje como un pan, su carne de ceniza

que suena a antiguos muertos, en su roja

carne de fresca y pura y nueva arcilla.

 

Se ve desde las ramas de tu árbol

cómo la patria un dulce hombro reclina

y en sus paisajes sueña. De un mar a otro

mar cruza una gaviota y la acaricia.

 

Toda España se ve desde tu mesa o árbol.

Y yo he visto también a la alegría

saltar, pequeño pájaro que luego

persiguen escopetas de ignominia.

 

Leopoldo de Luis

11 de mayo de 1918 

Córdoba

 

miércoles, 15 de mayo de 2024

HOMENAJE A MIGUEL O. MENASSA EN CAMARMA

 

ESTOY CONTENTO DE TANTO HABER AMADO

 

 

Estoy contento de tanto haber amado,

de tanto haber llegado al confín de los besos,

contento de habernos abrazado por las noches

envueltos en los vapores del silencio

al vivir lujurioso de la carne y el fuego,

a la espléndida y loca pasión de las palabras.

Contento de levantarme una mañana,

con las pupilas húmedas manchadas por amor.

 

Fue un siglo de locura, crecimos en todas direcciones,

odio y amor se agigantaron,

la pobreza llegó hasta la riqueza,

la necedad y la bella locura poblaron monasterios,

las enfermedades que produjo el amor

llegaron hasta el alma poblando los silencios,

en su afán de morir, el hombre inventó virus

que atacan, con fervor, el pensamiento.

 

Después, hay que decirlo,

en el corazón de la música

este siglo se rompió la guitarra,

el violín de las guerras fue lamento que,

volando hacia los cielos,

alcanzaba el dolor.

 

La trompeta fue aullido y el aullido fue canto,

hasta el saxo bramaba alguna piedad.

Hubo tambores de locura, este siglo,

que explotaban sonando como esferas de luz.

 

Miguel Oscar Menassa

martes, 14 de mayo de 2024



RECITAL DE POESÍA Y MÚSICA, GRUPO CERO DE ALCALÁ EN EL CAFÉ CONTINENTAL

Domingo 12 de mayo de 2024.

Comenzar, emprender, dar un primer paso, hacer algo nuevo, algo diferente siempre cuesta: pero una vez comenzada una labor, estudio o trabajo de cualquier índole, lo difícil es PERMANECER; máxime aún cuando es algo placentero, que hacemos por pura vocación, como es el caso de las artes o de cualquier afición.

El taller de Poesía Grupo Cero Alcalá, permanece desde hace 25 años con su actividad poética en nuestra ciudad.

Todos los domingos por la tarde, un grupo de personas se reúnen para conversar, leer, descubrir y leer poesía. Coordinado, desde entonces, por Carlos Fernández del Ganso, el taller nació por una necesidad en Alcalá de Henares, ya que anteriormente existían talleres de poesía en Madrid.

Por ese motivo, el pasado domingo, los componentes de dicho taller se unieron para celebrarlo, junto a un numeroso público, donde también se encontraban antiguos alumnos, aquellos que inauguraron el taller en sus comienzos.

Entre el público que acudió al Café Continental de la calle Empecinado, se encontraban personas pertenecientes a diferentes ámbitos y asociaciones culturales, se quisieron unir a la fiesta, no sin antes, dar las gracias por la labor de difusión poética que hace el taller en nuestra ciudad.

Amenizaron el acto, el grupo “Razón y Compás” asiduos a los recitales de Poesía, que con sus voces, guitarras e instrumentos hicieron las delicias de todos los presentes, tanto de las personas que leyeron sus poemas como de las que escuchaban.

Enhorabuena al Taller de Poesía Grupo Cero Alcalá por esa permanencia, por su labor cultural y a todos sus integrantes especialmente a su coordinador por su constancia y trabajo.

 

Maribel Domínguez Duarte


LA PEREGRINA

 


LA PEREGRINA

A Angelina Gatell

 

Yo era la mujer que se alzó de la tierra

 para mirar las luces siderales.

Dejé el hogar con apagados troncos

cansada de ser sólo estela de humo

que prolongase así mi ser ardido.

Esa mujer del hueco tibio

que allí me contenía,

se despertó del sueño profundo de la especie

y decidió buscar, a plena luz, caminos.

La inquieta,

la andariega mujer a quien no basan dulces

menesteres pequeños,

ésa me fue de súbito encontrada

en los más hondos pliegues de mi túnica

y yo no quise renunciar, quedarme.

 

Otras renunciaciones si quedaron, sombras

que tenían la forma tan amada

de los pasados sueños, hijos

que estaban programados en mi sangre

a cambio de ceder y estarme quieta;

la rueca y el silencio de las horas

protegidas, pausadas, sin peligros,

las flores habituales, la inocencia…

Pero inocente no quería ser.

Quería

como Eva, saber, estar; ser libre

para el conocimiento de la luz, perderme

en la verdad, encontrarme, saberme,

llegar a las montañas que siempre estaban lejos,

pisar ciudades que edifica el miedo,

integrarme a las turbias caravanas

que hieren el desierto, someterme

a la carga común, y ser hallada

solidaria, eficaz, y no apartada

de ese esfuerzo que late

en el gran corazón que nos da vida;

el corazón del mundo, unido al nuestro

por invisible venas del misterio.

Así

atravesé la risa,

hendí la densa lágrima

deseando quedarme en cada gota

de sudor, en la mano encallecida,

en los niños sin ojos

o en la mujer que teje por las noches

debajo de la angustia.

Pero no me detuve ni siquiera

cuando cerró de pronto mi camino

la mirada absorbente del deseo

y su mágica voz

traduciendo la música más dulce.

 

La primavera

descendiendo en mis venas

de mujer en mujer; desde el principio

intentó mutilar –casi lo hizo-

mi ilusión por llegar a la asamblea

donde severa, la verdad, aguardaba.

Arañada de espinos,

vapuleada por los vientos, rota,

pude llegar, aún de día.

En lo alto del monte

reunidos, estaban.

Los hombres más ancianos y los otros,

como si no me viesen

hablaban, poseían

inefables vocablos.

Me acerqué con el triunfo cenital en los ojos,

con un contento de alas súbitas

en mis hombros felices,

pero no me dejaron entregar mis palabras

porque en ellos la ira de Dios resplandecía.

Bíblicas maldiciones

inflamaron mi oído,

y me dijeron Eva una y mil veces,

manantial del dolor, impúdica pureza,

hembra evadida del rincón oscuro

del lugar de vigía en la ventana,

desertora 

de la orilla del fuego

y el hogar apagado…

Vergüenza de mi sexo acongojó mis hombros

que se creyeron alas para el vuelo.

Vergüenza de bajar de las alturas

sin lograr la palabra que buscaba.

Y ni siquiera en otras asambleas

vi algo de la luz que me justificase,

porque tampoco ellos encontraban nada,

a pesar de su hoz interrogante,

a pesar del secreto pretencioso y estéril

con que arropaban –delicadamente-

su poco de vacío…

Así, regreso, con pies llagados

y ropas destrozadas, junto al fuego,

perseguida, insultada, y viendo activa

la maldición de Dios que llega

desde el vivir primero.

Carne de escándalo, asombrada

aquí estoy para siempre quieta y muda;

jueces casi benignos me condenan

a la inmovilidad,

y me salva de ser lapidada

el silencio.

 

María Beneyto

14 de mayo de 1925

Valencia

 

lunes, 13 de mayo de 2024

MUNDO AMADO

 

MUNDO AMADO

(Se ama lo que se teme perder.)

 

Amo este breve sol que aún da tibieza,

que aún pone puro fuego en los paisajes

fríos de la tristeza.

Amo sus encendidos oleajes.

 

Esta vaga esperanza, rosa leve

que llevo entre mis manos todavía

y tan sutil que casi no se atreve

a perfumar del todo la alegría.

 

Esta dulce ternura que aún ignora

cómo, aunque débil, es roble de mi alma.

Bajo sus amas infantiles mora

mi corazón y encuentra calma.

 

Amo esta juventud, pájaro triste

que se rezaga en mí, nido de arcilla.

Su esperanza –sus alas—aun insiste

sobre esta heredad seca y amarilla.

 

Acaso más que nunca te amo ahora,

juventud siempre atónita y oscura,

porque siempre quisiste ser de sol, ser de aurora

y sólo has sido tierra de amargura.

 

Leopoldo de Luis

11 de mayo de 1918 

Córdoba

 

viernes, 10 de mayo de 2024

MIENTRAS TÚ DUERMES

 


MIENTRAS TÚ DUERMES

A Joana

 

En la plaza humillada por la lluvia

miro la alta ventana iluminada

que no quiero perder: no he de rendirme

a la condena de la vida.

Este no es ni un lugar de la ciudad:

nadie en los bancos y, sobre la arena,

los charcos que reflejan

la luz del rótulo del hospital.

El cristal de las puertas automáticas,

que la luz del vestíbulo ilumina,

de vez en cuando se abre y deja paso

a una oscura figura rutinaria.

Unas muletas cruzan,

invisibles, la cale y se aproximan

a uno de los coches aparcados,

el nuestro, en el que iremos en silencio

bajo la lluvia hacia el dolor futuro.

Tu calidez ha sido tan efímera.

Triste felicidad la de esta calma

mientras recuerdo

cuando tú y yo teníamos mañanas

que nos guardaban las miradas.

Tenía tanto miedo

a tener que dejarte sola un día.

Por débil y pequeña que la luz

sea en la oscuridad, es mi consuelo:

no habrá más desamparo ya que el mío.

 

Joan Margarit

11 de mayo de 1938

Sanahuja –(Lérida)

jueves, 9 de mayo de 2024

SON MIS VIEJAS RAÍCES EMPOLVADAS

 


SON MIS VIEJAS RAÍCES EMPOLVADAS

 

 

Son mis viejas raíces empolvadas

la extraña clave de mi cautiverio;

atada estoy al polvo y su misterio,

llevo ajenas esencias ignoradas.

 

En mis poros están ya señaladas

las cicatrices de un eterno imperio;

el polvo en mi ha marcado su cauterio,

soy víctima de culpas olvidadas.

 

En polvorienta forma me presiento

y a las nuevas raíces sobresalto

he de legar, con mi angustiosos aliento.

 

Mas conquistando el aire por asalto,

nada tengo, que ver con lo que siento,

soy cómplice infeliz de algo más alto.

Adentro de mi vaga superficie

 

Adentro de mi vaga superficie

se revuelve un constante movimiento;

es el polvo que todo lo renueva,

destruyendo.

 

Adentro de la piel que me protege

y de la carne a la que estoy nutriendo,

hay una voz interna que me nombra;

polvo tenso.

 

Sé bien que no he escogido la materia de este cuerpo tenaz,

pero indefenso,

arrastro una cadena de cenizas:

polvo eterno.

 

Tal como yo han pasado las edades,

soportando la lucha de lo interno,

el polvo va tomando sus entrañas de alimento…

¡Humanidad, del polvo experimento!

 

Pita Amor

9 de mayo de 1918

Ciudad de México (México)

martes, 7 de mayo de 2024

DESPUÉS DEL OLVIDO

 


DESPUÉS DEL OLVIDO

 

 

Porque hoy has venido, lo mismo que antes,

con tus adorables gracias exquisitas,

alguien ha llenado de rosas mi cuarto

como en los instantes de pasadas citas.

 

¿Te acuerdas?... recuerdo de noches lejanas,

aún guardo, entre otras, aquella novela

con la que soñabas imitar, a ratos,

no sé si a Lucía no sé si a Graziela.

 

Y aquel abanico, que sentir parece

la inquieta, la tibia presión de tu mano;

aquel abanico ¿te acuerdas? Trasunto

de aquel apacible, distante verano…

 

Y aquellas memorias que escribiste un día!

-un libro risueño de celos y quejas-.

¡Rincón asoleado! Rincón pensativo

de cosas tan vagas, de cosas tan viejas!...

 

Pero no hay los versos: ¡Qué quieres!... ¡Te fuiste!

-¡Visión de saudades, ya buenas, ya mala!-

La nieve incesante del bárbaro hastío

¿no ves? Ha quemado mis líricas alas.

 

..¿Para qué añoranzas? Son filtros amargos

como las ausencias sus hoscos asedios…

Prefiero las rosas, prefiero tu risa

que pone un rayito de sol en mis tedios.

 

Y porque al fin vuelves, después del olvido,

en hora de angustias, en hora oportuna,

alegre como antes, es hoy mi cabeza

una pobre loca borracha de luna!

 

Evaristo Carriego

7 de mayo de 1883

Buenos Aires (Argentina)