EL ESPEJO
Cada día, me enfrento
a ti vacilante,
temerosa, sin saber cómo
será esa queme muestras,
esa yo que nada sabe
de sí misma.
Diríase que me
confunde tu estrategia,
esa manera de
imitarme,
de mostrarme la parcialidad
que te enseño.
Me devuelves una
imagen que no reconozco,
alguien que, quizá,
goza de una vida
mientras se observa
en tu opaca perfección.
¿Capturas mis
pensamientos igual que mi forma?
¿Eres simplemente un
reflejo de mi cuerpo,
o el siniestro
oponente de mi alma?
¿Quién te autorizó,
quién permitió que me copiaras
casi exactamente,
cada detalle, cada gesto,
al revés de la
geometría en que habito?
Nada sabes de mí,
solo me imitas,
sin recordarme, en
esa sordera que me permite
olvidarte, cada día,
y seguir viviendo.
Carmen Salamanca
Gallego
Del libro “La luna en
mi calle”
Cuadro: "Ante el espejo" de Berthe Morisot
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