NO ESTÁ EL AIRE PROPICIO PARA
ESTAMPAR MEJILLAS…
No
está el aire propicio para estampar mejillas.
Se
borraron la flechas que indicaban la ruta
más
copiosa de pájaros para los que agonizan.
Se
arrastran por los suelos nubes sin corazón
y
a la garganta trepa la impostura del mundo.
No
está el aire propicio para cantar tus labios,
tu
nuca en descuerdo con las leyes de física
ni
tu pecho de interna geografía afectuosa.
Las
tijeras gorjean mejor que las calandrias
y
no vuelven ya nunca si remontan el vuelo
y
aquí en mi cercanía tres libros se aproximan,
abiertos
en la página donde muere una reina.
Qué
dulce despertar el del amor que existe
y
qué existencia clara la del ojo que duerme,
velado
por las alas remotas de los párpados.
Pétalos
de difuntas miradas, llueven, llueven
y
llueven, llueven, llueven. Me sepultan los pies,
las
rodillas, el vientre, la cintura, los hombros.
Van
a enterrarme vivo; van a enterrarme vivo;
No
está el aire propicio para soñar contigo.
Gerardo
Diego
3
de octubre de 1896
Santander
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