ILUMINACION
Cómo podría aquí
cuando la tarde baja
con fina piel de
leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu
transparencia.
Enciende sobre el
aire
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar
de darte y quedo
encendido de ti como
respuesta
engendrada de ti
desde mi centro.
Quién eres tú, quién
soy,
dónde terminan, dime,
las fronteras
y en qué extremo
de tu respiración o
tu materia
no me respiro dentro
de tu aliento.
Que tus manos me
hagan para siempre,
que las mías te hagan
para siempre
y pueda el tenue
soplo de un dios
hacer volar
al pajarillo de
arcilla para siempre.
José Ángel Valente
25 de abril de 1929
Ourense
No hay comentarios:
Publicar un comentario
poesia