INVÉNTAME
Invéntame otra vez un
mundo prodigioso
surgido de tus manos como
ramo de estrellas.
Invéntame palabras
carbúnculos fulgentes
para encenderme el alma
deshabitada y yerta.
Invéntame otras playas y
puertos venturosos.
El sortilegio intenso de
otro claro nocturno
el palpitar demente de aquel
corazón joven
la inocencia dichosa de mi
cuerpo desnudo.
Invéntame otros brazos
para cunar mi sueño
la canción embrujada de
otro mar luminoso
la ternura extasiada la
caricia imborrable
y el amor delirante que
triunfa en mis ojos.
Invéntame otras islas
doradas y remotas
otras raíces nuevas otros
nudos de sangre.
Y un nombre breve en el
que yo me reconozca
cuando tu voz de antaño
nuevamente me llame.
Invéntame remansos
compasivos de olvido.
Faros fieles y alertas
bajo el azul del cielo.
¡Que ya no sé creerme
espejismos piadosos
ni esperanzas mentidas
para seguir viviendo!
Del libro: La voz sola.
Ana María Martínez Sagi
16 de febrero de 1907
Barcelona
No hay comentarios:
Publicar un comentario
poesia