EN EL ÁLBUM
No sé si por el valle de
la vida
cruzaré, fatigado
peregrino,
acabando cual flor que
consumida,
se seca entre los brezos
de un camino.
No sé si en pos de
inspiración ardiente,
rico y sediento el corazón
de gloria,
lo cruzaré cual rápido
torrente,
rastro dejando de inmortal
memoria.
Mas ya ruede cual hoja que
arrebata
sonante y revoltoso
torbellino,
ya baje como excelsa
catarata,
ufano con mi espléndido
destino,
cuando al borde de tumba
solitaria
desparrame mis pobres
pensamientos,
de mustias flores
muchedumbre varia,
secas entre mis últimos
alientos,
fiad, señora, que en tan
triste lecho,
siempre leal y generoso
amigo,
al ocupar mi cabezal
estrecho
vuestra memoria dormirá
conmigo.
José Zorrilla
21 de febrero de 1817
Valladolid
No hay comentarios:
Publicar un comentario
poesia