lunes, 20 de enero de 2025

DE OTOÑO

 

DE OTOÑO

 

Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora

con aquella locura armoniosa de antaño?

Esos no ven la obra profunda de la hora,

la labor del minuto y el prodigio del año.

 

Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa,

cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.

Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:

¡dejad al huracán mover mi corazón!

 

Rubén Darío

18 de enero de 1867

Metapa – Nicaragua

 

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