LAS VIEJAS CAMPANAS
Oigo viejas campanas
que llegan del pasado,
campanas de la tarde
en los pueblos tranquilos…
Campanas que no he
visto, y ahora están cantándome
desde los dulces
valles del pasado difunto.
Venid conmigo, entrad
a la sombra que llega.
Cantad, pues sois tan
leves que no puede decirse
si sois un sueño
muerto o si es que estáis distantes,
porque la lejanía
confunde espacio y tiempo.
Éste es el tiempo
triste de nacer con recuerdos.
Cuando yo vine al
mundo, habían muerto cosas
que he crecido
esperando. Y yo no lo sabía,
las suponía cerca,
tal vez tras de mi casa,
tal vez tras de esos
montes a donde van los pájaros.
Y el rumor del
poniente era su voz remota.
No sé, yo no sé qué
eran las cosas que esperaba.
Sé que era algo
sencillo. Eran dulzuras mínimas.
Quizá mañanas claras,
quizá rumor de fuentes,
quizá campos amigos
donde Dios paseaba,
o era el amor, a
salvo del viento de la historia,
o el conversar despacio de las cosas sabidas…
José María Valverde
26 de enero de 1926
Valencia de Alcántara
(Cáceres)
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