MEDITACIÓN
Qué extraño puede ser,
al cabo de los años, el amor,
o la memoria del amor, o el
rastro
que deja, al apagarse, la
memoria.
Juan Margarit
Amor y desamor como
una misma
y ardua asignatura
nunca bien aprendida.
Siempre
bordeando
peligrosamente
las cifras del suspenso.
Anverso y cruz de una
medalla. Filo
donde los sueños
sufren
desasistidos. Solos.
Pienso
que sí, que es muy
extraño verlo ahora,
sentirlo como una
paloma agónica
pegada a los
cristales
en los que la memoria
ha puesto sus visillos y todo
es como fue o no fue.
Algunas veces
me adentro en sus
espacios
como si fuera el
cuadro
de un pintor
malogrado.
Recorro sus caminos,
la exaltación de sus
paisajes
arrebatados a la
sombra,
a los escalofríos, a
las dudas…
Tiemblan en ellos los
colores, las líneas
ensoñadas.
Tal vez aciertas.
Y en misteriosa
veladura
se diluyen figuras
que tuvieron
la consistencia incólume
del mármol.
Palabras, gestos,
actos se disuelven
desamparados,
imposibles…
Qué extraño, sí qué
extraño.
Acaso nunca
supimos comprender
del todo.
Y cuando un día,
inesperadamente,
necesitamos hablar de
ello,
no tenemos más verdad
que el dolor,
y la imprecisión de
la palabra.
Angelina Gatell
8 de junio de 1926
Barcelona
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