miércoles, 6 de marzo de 2024

LA FLOR DEL PECADO



LA FLOR DEL PECADO

 

 

La flor despertó el deseo

dibujado en una imagen prohibida.

Envolviendo a la noche,

los gemidos de loba

se ahuyentaron en el silencio.

 

Flor de labios recelosos,

de húmedos pistilos

que bordean una sombra.

Dos cuerpos desnudos,

la savia de dos mundos

encontrados en el abandono.

 

Una flor que esconde una verdad

en otro lugar,

alejando a la presa de oro

que desfila en sus redes.

 

Una flor de pétalos grises,

colmada de besos y abrazos rotos,

encendida con la llama

de unas sábanas mojadas,

envuelta y adornada de lujuria.

 

Sus semillas cantan,

brotan del viento,

polinizan alas carnosas

que brillan en una mente falaz.

 

Deshojada a la desnudez prohibida,

en el laberinto de deseos,

en una habitación desnuda

de una tierra colérica

por un pecado que nunca cometió.

 

Sigilosa, en la metamorfosis encarcelada

que desciende por la roca hacia el abismo,

abriendo sus pasos al placer de la carne,

estalla en la furia, entre gemidos de ángel.

 

Esther Núñez Roma

Del libro: “Nombre de mujer”


No hay comentarios:

Publicar un comentario

poesia