lunes, 18 de marzo de 2024

EL PAN NUESTRO

 


EL PAN NUESTRO

 

Para Alejandro Gamboa

 

 

Se bebe el desayuno… húmeda tierra

de cementerio huele a sangre amada.

Ciudad de invierno… ¡La mordaz cruzada

de una carrera que arrastrar parece

una emoción de ayuno encadenada!.

 

Se quisiera tocar todas las puertas,

y preguntar por no sé quién; y luego

ver a los pobres, y, llorando quedos,

dar pedacitos de pan fresco a todos.

¡Y saquear a los ricos sus viñedos

con las dos manos santas

que a un golpe de luz

volaron desclavadas de la Cruz!

¡Pestaña matinal, no os levantéis!

¡El pan nuestro de cada día dánoslo,

Señor…!

 

Todos mis huesos son ajenos;

¡yo tal vez los robé!

Yo vine a darme lo que acaso estuvo

asignado para otro;

¡y pienso que, si no hubiera nacido,

otro pobre tomara este café!

Yo soy un mal ladrón… ¡A dónde iré!

 

Y en esta hora fría, en que la tierra

trasciende a polvo humano y es tan triste,

quisiera yo tocar todas las puertas,

y suplicar a no sé quién, perdón,

y hacerle pedacitos de pan fresco

aquí, ¡en el horno de mi corazón…!

 

César Vallejo

16 de marzo de 1892

Santiago de Chuco (Perú)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

poesia