lunes, 4 de marzo de 2024

NUEVO AMOR

 


NUEVO AMOR

 

 

Este cuerpo que Dios pone en mis brazos

para enseñarme a andar por el olvido,

no sé ni de quién es.

 

Al encontrarlo,

un ángel negro, una gigante sombra,

se me acercó a los ojos, y entró en ellos

silencioso y tenaz igual que un río.

 

Todo lo destruyó con su corriente.

Los íntimos lugares más ocultos

visitó, alborotó; fue levantado,

violento, dulce, atropellado y roto,

a otro mundo en los bordes de mi beso:

única flor aún viva en el espacio,

que en más fecundo ardor cambió la ausencia.

Luego en mi carne abrió sus amplias alas,

clavándome sus plumas bajo el pecho

todo temblor y anuncio de otras dudas…

 

No sé qué vida, así, podrá encenderme

la entrada de este ángel.

Soy un templo

arruinado, desde que vino a mí:

farol vacío;

como puerta cerrada de lo eterno…

 

Y lo que fui no sé: quizás lo sepa,

cuando este cuerpo vuelva a abandonarme

y yo vuelva a nacer desde mis labios

despegado al calor que los concibe…

 

Mas hoy, por fin, he detenido al día

le he destrozado el corazón al tiempo,

aunque dentro de mí como una daga,

siento al ángel crecer, que me atormenta.

 

 

Emilio Prados

4 de marzo de 1899

Málaga

 

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