MONSTRUOS
Qué vergüenza
carezco de monstruos
interiores
no fumo en pipa frente al
horizonte
en todo caso creo que mis
huesos
son importantes para mí y
mi sombra
los sábados de noche me
lleno de coraje
mi nariz qué vergüenza no
es como la de Goethe
no puedo arrepentirme de
mi melancolía
y olvido casi siempre que
el suicidio es gratuito
qué vergüenza me encantan
las mujeres
sobre todo si son
consecuentes y flacas
y no confunden sed con
paroxismo
qué vergüenza diosmío no
me gusta Ionesco
sin embargo estoy falto de
monstruos interiores
quisiera prometer como
dios manda
y vacilar como la gente en
prosa
qué vergüenza en las
tardes qué vergüenza
en las tardes más oscuras
de invierno
me gusta acomodarme en la
ventana
ver cómo la llovizna corre
a mis acreedores
y ponerme a esperar o quizás
a esperarte
tal como si la muerte
fuera una falsa alarma.
Mario Benedetti
Cuadro de Vincent Van Gogh
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