sábado, 14 de diciembre de 2024

CONFIDENCIAS

 

CONFIDENCIAS

 

Una flor por el suelo,

un cielo de hojas empapado en lloro

y encima de ese cielo, el otro cielo

lleno de luna y de brillantes y oro…

Un arroyo que el aura acariciaba;

un banco… sobre el banco

así, como quien flota, se sentaba;

y vestida de blanco,

bella como un arcángel, me esperaba.

Aún flotan en mis noches de desvelo

con la luz de una luna como aquélla,

el verde y el azul de cielo y cielo,

y aura y arroyo y flor y banco y ella.

 

¿No te acuerdas, mujer, cuántos delirios

yo me forjaba, junto a ti de hinojos,

al resplandor de los celestes cirios,

al resplandor de tus celestes ojos?

¿Te acuerdas, alma mía?

¡Entonces inocente

me jurabas amor y yo podía

besar tu corazón sobre tu frente!

 

¡Ayer, unos tras otros,

mil delirios así pude fingirme;

hoy no puede haber nada entre nosotros,

hoy tú vas a casarte… y yo a morirme!

¡Y tanto sol y porvenir dorado,

tanto cielo soñado,

en una inmensa noche se derrumba!

¡Hoy me dijiste tú: no hay esperanza;

hoy te digo: en paz goza; y, en mi tumba,

mañana me dirás: en paz descansa!

 

Nueva York, 1876

 

Salvador Díaz Mirón

14 de diciembre de 1853

Veracruz – México

No hay comentarios:

Publicar un comentario

poesia