POEMA 128
Dame el ocaso en una copa,
enumérame los frascos de
la mañana
y dime cuánto hay de
rocío,
dime cuán lejos la mañana
salta
-dime a qué hora duerme el
tejedor
que tejió el espacio azul.
Escríbeme cuántas notas
habrá
en el nuevo éxtasis del
tordo
entre asombradas ramas
-cuántos caminos recorre
la tortuga-
cuántas copas la abeja
comparte,
disoluta del rocío.
También, ¿quién puso la
base del arco iris,
también, quién guía las
esferas dóciles
por juncos de azul
flexible?
¿Qué dedos atan las
estalactitas
–quién cuenta la plata de
la noche
para saber si nadie está
en deuda?
¿Quién edificó esta casita
albana
y cerró herméticamente las
ventanas
que mi espíritu no puede
ver?
¿Quién me dejará salir un
día de gala
con implementos de vuelo,
fugaz pomposidad?
Emily Dickinson
10 de diciembre de 1830
Amherst – Massachussets –
EEUU
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