LA VISITA
Pasada la hora de las
ignominias
los viejos apagaron con
tierra las fogatas
las mujeres y niños
recogieron las tiendas
los hombres empuñaron el
fusil.
La ruta del desierto fue
muy dura:
se abrieron paso a tiros
en medio de la noche
para no ser esclavos para
no ser vendidos
igual que reses en su
propio hogar.
Hoy con su pueblo a salvo
los guerreros
han vuelto al territorio
de la casa invadida
y el enemigo sabe que si
alcanza un momento
a ver sus rostros es que
va a morir.
¡Oh tú que me censuras
pues no escribo
de dioses y me exalto por
cosas de la tierra!
conoce a estos hombres:
como los inmortales
luchar ardiendo por su
libertad.
Juan Goytisolo
5 de enero de 1931
Barcelona
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